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29 agosto, 2022

Incontinencia urinaria o fecal, dolores en las relaciones sexuales, prolapso: si te pasa algo de esto, tiene solución

En silencio, demasiadas personas padecen estos problemas y no se animan a plantearlos por pudor. La base del problema puede estar en el suelo pélvico afectado, sin embargo, con un buen abordaje tiene solución.

ANDREA RIGONI (LIC. EN OBSTETRICIA) Y CLARA CONFALONIERI (kINESIÓLOGA). ESPECIALISTAS EN SUELO PÉLVICO.

Por Claudia Cagigas

La incontinencia urinaria o fecal, la dispareunia (dolores en las relaciones sexuales), la anorgasmia (carencia de orgasmos), el prolapso (descenso de algún órgano a través de la vagina) son problemas que muchas personas padecen en silencio por pudor. Tal vez pasan años teniendo una mala calidad de vida, mientras el problema se agrava por falta de consulta. La buena noticia es que estos problemas tienen solución. Andrea Rigoni es Licenciada en Obstetricia y Clara Confalonieri es Kinesióloga. Ambas se especializan en Suelo Pélvico y con ellas charlamos en el programa EL ESPEJO (Radio Show Chajarí) sobre estas cuestiones que padecen tanto hombres como mujeres, aunque en esta nota nos centramos más en la mujer.

El maravilloso suelo pélvico

“El suelo pélvico es un conjunto de músculos que tiene su base en la parte inferior de la pelvis, cuya función es de soporte. Ese soporte nos permite cumplir con funciones como defecar y orinar normalmente, pero si no funciona bien, puede aparecer incontinencia urinaria, incontinencia fecal, dispareunia (dolor en las relaciones sexuales porque los músculos están muy tensos), prolapso de algún órgano (de vejiga, de útero, de intestinos), entre otros problemas”, explicó Andrea Rigoni. “El suelo pélvico no es solo la zona perineal donde está la vagina, el ano y el pene. Es un complejo abdominolumboperiperineal, conformado por la zona abdominal, la zona lumbar y la zona del periné. Todas estas zonas actúan en conjunto”, agregó Clara Confalonieri.

El cuidado del suelo pélvico es fundamental para la preservación de las funciones que debe cumplir. Pero si ya se declaró alguna disfunción, el tratamiento es vital para lograr una buena calidad de vida.

¿A quién consultar?

Si estás padeciendo alguno de estos problemas, podés concurrir a un médico clínico o a un ginecólogo para que evalúen y deriven a quién corresponda.

El trabajo de recuperación es interdisciplinario. Puede intervenir un kinesiólogo/a especializado en suelo pélvico, un obstetra, un urólogo, un psicólogo/a…

Si de mujeres se trata, estos problemas no sólo pueden aparecer en embarazadas o en quienes están atravesando un post parto, sino en todas las edades. Andrea Rigoni, aclaró que también hay niños, adolescentes, adultos, personas de la tercera edad, pacientes oncológicos, pacientes neurológicos que sufren algunas de estas patologías, de manera más frecuente de lo que uno puede imaginar.

Factores predisponentes

El parto, la obesidad, cirugías anteriores y la mala gestión de las presiones (de las fuerzas) en la vida cotidiana, son factores que predisponen a disfunciones en un suelo pélvico debilitado.

Si hablamos de prolapso, “puede prolapsar (descender) alguno de los órganos del suelo pélvico -el recto, parte del útero, de los intestinos, de la uretra-. Si es un prolapso de grado uno o dos, se puede revertir con un buen tratamiento kinésico, pero si es un prolapso de grado tres o cuatro es preciso una cirugía para colocar una malla. Luego hay que rehabilitar esa musculatura para que tenga más contención. Algunas pacientes deciden no operarse y pasan a la utilización de un pesario, que es un dispositivo intravaginal que coloca el médico”, explicó Clara Confalonieri.

Si hablamos de incontinencia urinaria puede manifestarse como la pérdida de una gotita o un chorrito. Aunque se tiende a naturalizar el hecho, “no es normal que uno pierda pis, aunque estornude. Si eso pasa, hay que resolver antes que pase a mayores. Hay que evaluar cómo está la vejiga, si hay algún engrosamiento de las paredes vaginales, si la información llega correctamente al cerebro para que pueda realizar la micción, si se vacía todo el contenido de la vejiga o si queda algún remanente (eso se hace con el urólogo) y a partir de esos resultados se elabora un plan de trabajo. Hay pacientes que comentan que han sufrido infecciones urinarias desde pequeñas y han recibido medicación; esa medicación también puede ser una de las causas”, indicó Clara.

Si hablamos de incontinencia fecal, el tema causa mucho más pudor aún, pero de todas maneras hay que abordarlo y buscar una solución. “Hay demasiada gente que está sufriendo y no se anima a hablar. Puede ser que tenga que usar un tapón anal para salir un rato de su casa, porque el ano no puede contener. O puede padecer disinergias anales, es decir, que en vez de poder relajar el ano lo contraiga a la hora de defecar… Hay un montón de patologías para trabajar. Es todo un mundo…”, agregó la misma profesional.

Los gases vaginales es otra problemática que avergüenza, pero se puede trabajar. Se producen porque “queda una apertura vaginal, se llena de aire y salen gases incontrolables”.

El suelo pélvico también puede verse afectado en pacientes oncológicos. “Las mujeres que tienen un cáncer de útero y deben hacerse radioterapia, muchas veces quedan con dolor y sufren mucho en las relaciones sexuales. A veces un gel no es suficiente, entonces hay que ver cómo quedaron esos tejidos y trabajar con ellas para que puedan tener una vida sexual plena, tengan la edad que tengan”.

En el caso de hombres que hayan tenido cáncer de próstata o cirugías prostáticas, a veces también es preciso trabajar con un equipo médico para evitar la incontinencia urinaria o alguna otra cuestión orgánica que pueda interferir en su vida sexual.

Tips para cuidar el suelo pélvico

Dijimos que el suelo pélvico es la zona perineal donde está la vagina, el ano y el pene. Pero también es un complejo compuesto por la zona abdominal, la zona lumbar y la zona del periné y que todo actúa en conjunto. Por eso es muy importante “cómo gestionamos la fuerza, las presiones, con actividades de la vida cotidiana”. Ambas profesionales brindaron algunos tipos que podemos aplicar para cuidar el suelo pélvico:

  • Flexionar bien las piernas y cerrar el suelo pélvico (ano y vagina) cuando vamos a levantar algo pesado.
  • Colocar un banquito de unos 15 centímetros de alto delante del inodoro para apoyar los pies al momento de defecar (sepuedenhacer caseros o comprar). “La modernidad nos trajo el inodoro, pero lo ideal, fisiológicamente hablando, es defecar de cuclillas como se hacía antes en el escusado… En el inodoro estamos más derechos y nos queda la última parte del recto acodada, entonces, cuando viene la materia fecal, hay que hacer mucha fuerza para expulsarla. Lo ideal es tener un banquito para lograr una angulación correcta del recto y respirar en el momento de hacer fuerza, para que sufra menos el suelo pélvico”.
  • Estornudar o toser hacia un costado, no hacia adelante para no generar una presión directa sobre el suelo pélvico, es otra de las cosas que podemos hacer. “En el caso de las mujeres que ya tienen una incontinencia, cuando van a estornudar o toser les digo que traten de cerrar el ano y la vagina, en la medida que puedan, como para hacer más fuerte ese suelo pélvico y que no se escape el chorrito de pis”, indicó Clara Confalonieri.
  • En los hombres, orinar sentado para no exigir al suelo pélvico es una buena medida.
  • Cuidar las posturas en el gimnasio.
  • Pedir al ginecólogo que realice una valoración de suelo pélvico cuando van a realizar un PAP.

La incontinencia urinaria, fecal, los problemas sexuales pueden afectar a cualquier edad. Está en nuestras manos vencer el pudor y consultar a los profesionales de la salud que pueden ayudarnos a resolverlos, para lograr una mejor calidad de vida.

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