Desde una investigación académica y de campo dentro de varias líneas terapéuticas que he ido experimentando y estudiando, inclusive dentro de las Terapias Integrativas, llegué a la conclusión que son varias las RAÍCES que están entrelazadas y que bloquean la relación amorosa o la decisión de separarse. Te lo explico en esta nota.

Por Mariana Stivanello (1)
Relacionarse es la gran “escuela o facultad” de la vida, que puede posibilitar o limitar el crecimiento, la madurez y la evolución del ser humano.
Existe un nivel de “intimidad” enorme en la relación de pareja, principalmente cuando se convive bajo el mismo techo, hay hijos de por medio y patrones de comportamiento que pueden obstaculizar el vínculo.
Los “desafíos y conflictos” son diversos, desde estar sola sin pareja por miedo a relacionase o, el otro extremo, salir con varias personas y no poder encontrar la persona correcta. También hay parejas enredadas y enmarañada en peleas, maltrato psicólogo, físico y/o verbal, escenas de humillación, desvalorización, descalificación, celos, traiciones, dependencia emocional y/o financiera, hasta desconexión afectiva, indiferencia afectiva y enfriamiento sexual. No podemos dejar de lado los síntomas físicos o mentales que pueden venir como consecuencia.
Inevitablemente estos conflictos hacen parte del “proceso evolutivo” del ser humano, no para continuar en ese círculo vicioso sin poder encontrar salida, sino para “mirar hacia adentro” y asumir la auto-responsabilidad. Asumir esta auto-responsabilidad implica preguntarme para qué existe ese “Otro Yo”, qué vino a mostrarme o a enseñarme ese espejo.
Y como todo es “energía” en este mundo dual y somos frecuencia vibratoria en movimiento, atraemos a nuestra vida aquello que necesitamos para aprender y evolucionar. A veces se atrae el complemento y a veces el extremo opuesto.
Desde una investigación académica y de campo dentro de varias líneas terapéuticas que he ido experimentando y estudiando, inclusive dentro de las Terapias Integrativas, llegué a la conclusión que son varias las RAÍCES que están entrelazadas y que bloquean la relación amorosa o la decisión de separarse.
A través de ese Espejo se proyectan “heridas emocionales” del pasado. Desde el momento en que estábamos en la panza de mamá recibimos determinadas programaciones en nuestro cerebro, las cuales contribuyeron a determinar nuestra “personalidad”. También aquello que sucedió en la primera infancia (principalmente hasta los 7 años); las memorias ancestrales; los patrones de comportamiento relacional de nuestros padres, abuelos, bisabuelos y las generaciones anteriores.
Todo lo que sucedió en el pasado individual y familiar está codificado en nuestro ADN y en los campos morfogenéticos de informaciones (una especie de “nube” de memoria).
También influyen las “relaciones anteriores”. Es decir, si algo quedó pendiente de resolver en el cierre con ese ex, la vida te dará la oportunidad de que liberes esa información a través de la pareja actual o de esa pareja que no llega.
Existen otras “dinámicas ocultas” que pueden colaborar para que esa relación funcione o viva un ciclo de frustraciones sin fin, pero considero que esta información ya es suficiente, no para que te quejes o victimices, sino para que tomes consciencia y puedas buscar caminos de solución y de liberación.
Ahora te pregunto: ¿Qué es lo que necesitas aprender con ese espejo que es tu pareja o tu ex pareja?, ¿Qué vino a enseñarte?, ¿Qué harás con esa información?
Te invito a descubrirlo a través del Taller Online “Mi otro yo” para Sanar la Relación de Pareja, que dictaré el lunes 22 de abril. Es un taller teórico/vivencial donde trabajarás diferentes áreas de tu historia y de tu sistema familiar. Para más información, podés comunicarte al celular 345-4041472.
(1) Mariana Stivanello es Médica Psiquiatra, Psicoterapeuta, Biodescodificadora Emocional, Terapeuta en Transgeneracional, Consteladora Familiar Sistémica, Terapeuta Energética y Facilitadora de Círculos de Mujeres