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8 octubre, 2018

Una antigua casa abre sus puertas con productos artesanales de la zona

 

“Lo de Juanita” es un emprendimiento familiar que se desarrolla en una antigua casa ubicada en San Martín y Sáenz Peña de Chajarí. La casa en sí es un lugar para disfrutar y conocer…

 

 

Por Claudia Cagigas

Cuando Jacinta Fassio y Juan H. Farrás, bisabuelos de María Laura García, compraron el terreno de San Martín y Sáenz Peña, ya existía una construcción del 1800. Allí se instalaron  y en 1901 construyeron un ala nueva, que es precisamente la vivienda que hoy existe en ese lugar. Sin embargo ambas edificaciones conviven armoniosamente, unidas entre sí, compartiendo un patio lleno de viejos recuerdos y coronado por un aljibe tradicionalísimo… La casa luego pasó a los abuelos de María Laura, Pedro Iturburu y Juana Farrás, hasta que hace 15 años, cuando Juana falleció, las puertas se cerraron y todo quedó en silencio… La nueva oportunidad para llenarse de vida llegó en esta primavera, porque el 21 de septiembre se inauguró “Lo de Juanita”, un gran emprendimiento productivo familiar donde no solo se comercializan productos artesanales de la zona sino también se pueden apreciar las mutaciones de la casa a lo largo del tiempo.

 

 

“El local de artesanías tiene ingreso por el zaguán de San Martín. Yo anidé en lo que era el comedor principal. Allí desarrollo mis actividades como artesana en lo que respecta a telar, tapices y la técnica de patchwork. Tengo un telar de cuadros con cuatro pedales donde hago tejido libre. Si bien es algo artesanal y ancestral aplico mi propia técnica, doy libertad a los pies que son los que manejan los pedales y en base a los movimientos que hago se dibuja la trama en la lana. Es interesante ver el trabajo, desde el enhebrado del telar hasta que la tela está lista”, explicó María Laura García.

 

Para ella “la artesanía cura, permite soñar, da libertad… Me gusta hacer mantas, ponchos, ruanas, caminos de mesa que luego los intervengo con técnicas ensambladas”.

 

 

María Laura vivió 29 años en Río Grande, Tierra del Fuego y allá comenzó a soñar con este proyecto que puso en marcha con el apoyo de su numerosa familia y otros artesanos locales.  “La idea principal es que todo esté efectuado o intervenido por manos locales. Todo se hace acá: jabones, bordados, sublimaciones, tejidos, piezas en porcelana fría, cajas pintadas y cientos de cosas más. Y lo que no encontramos acá lo compramos dentro de Entre Ríos y lo intervenimos. Por ejemplo, cestería en palma hace una señora que vive en el medio del monte cerca de Federal, nosotros le compramos los productos e intervenimos las manijas con cordones de telar o mi cuñada Diana aporta todo lo que es trapillo (totora) y crochet”, explicó.

 

 

En total son unos 40 artesanos trabajando, aplicando sus técnicas para que los productos sean variadísimos y accesibles para todos los bolsillos.

 

 

Para exhibir las artesanías se reutilizaron algunos muebles de la casa: roperos, una mesa imponente, también se puede apreciar una puerta de ropero que se convirtió en espejo, entre otros tantos detalles.

 

 

En cuanto a lo arquitectónico se refiere, “los tirantes del techo y el piso son de pinotea -los originales de la casa-” y a las paredes se les efectuó un decapado para ver los colores que se fueron utilizando a lo largo de los años.

 

 

“Quiero destacar a quienes trabajaron en esto. El arquitecto Jorge Dalprá, al equipo de trabajo de obra, a Martín Díaz que le dio el color blanco a los muebles e hizo todo el trabajo que tienen. Ellos hicieron de ese proyecto como algo propio, cuidaron detalle por detalle, respetaron todo lo que pedía la familia. La restauración de la casa en sí fue algo armonioso y hay otra parte que sigue en obra”, contó María Laura.

 

 

“Lo de Juanita” está abierto de martes a domingo de 9 a 13 horas y de 17 a 21 horas. Por ahora está habilitado al público el pasillo y el comedor principal. Pero el sueño de la familia es sumar otras habitaciones que también están siendo acondicionadas y el patio. Es que otros proyectos se siguen gestando… ¿Un patio cervecero, una casa de te?…. ya veremos… Por el momento tenemos este bellísimo lugar recuperado para la ciudad.

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