La salud mental de la población está cada vez más afectada y no se destinan los fondos suficientes para trabajar en prevención y atención. No obstante, podemos articular lo que tenemos para actuar en red y optimizar su funcionamiento. La cantidad de suicidios e intentos alarma. Como ciudadanos, hay muchas cosas que también podemos hacer para intentar llegar a tiempo. Te las contamos en esta nota de EL ESPEJO.
Por Claudia Cagigas
Los suicidios y los intentos son un problema endémico en nuestra región y nos sacuden duramente. Sólo si tomamos los intentos, podemos decir que los datos que maneja el Hospital Santa Rosa de Chajarí son los siguientes: en 2019 hubo 19 intentos (siete varones y 12 mujeres), en 2020 hubo 14 intentos (siete varones y siete mujeres), en 2021 hubo 20 intentos (ocho varones y doce mujeres) y en 2022 se registraron 21 intentos (cinco varones y 16 mujeres).
Existen muchas posibilidades de que una persona que atentó contra su vida vuelva a hacerlo. Por tanto, además de los primeros auxilios que se brindan en la Guardia del Hospital, es preciso el seguimiento y un posterior abordaje con profesionales de la salud mental, para ayudar a sanar las cuestiones que llevaron a esa persona a atentar contra su vida.
Ese seguimiento y contención es clave, pero podría no estar siendo el adecuado, de acuerdo al testimonio de Luciana, una persona que hace poco tiempo acudió a la Guardia del Hospital con un familiar muy cercano que había atentado contra su vida. Luciana contó que, tras recibir los primeros auxilios, la persona en cuestión quedó internada durante algunos días, pero al momento de recibir el alta nadie le indicó qué pasos debería seguir de ahí en más. “La atención en la Guardia fue muy buena, la internación también. De eso no tengo nada que decir. Pero al momento de darle el alta nos mandaron a casa y yo no sabía qué hacer. La que única que me dio una mano en eso fue Beatriz, una de las integrantes de SOS Vida. Ella me orientó porque yo estaba en shock”, dijo en el programa EL ESPEJO (Canal 2 de ItelTv y Radio 91.9).
El aporte de Luciana sirve para pensar de qué manera podemos mejorar y articular el trabajo de todos: Hospital, Municipio y SOS Vida.
SOS VIDA es una ONG sin fines de lucro, que trabaja en la prevención del suicidio y en el acompañamiento de las familias. “Tengo un hermano que murió por suicidio y sé lo doloroso que es… Hace 20 años no se hablaba de suicidio, era tabú, era como una mala palabra. Por tal motivo, en 2016 comenzamos con SOS Vida para instalar el tema, capacitarnos y acompañar a familiares de personas que se suicidaron o a personas que intentaron hacerlo, siempre y cuando nos lo soliciten”, dijo Beatriz Perini en EL ESPEJO. Las cuatro mujeres que hoy continúan activas en esta ONG son Norma Alvez, Agustina Zárate, Catalina Balser y Beatriz Perini.
El suicidio es un fenómeno multicausal
Muchas veces cometemos el error de enjuiciar diciendo: “se mató porque se peleó con la pareja, o porque quedó sin trabajo, o porque…”. Sin embargo, de acuerdo a lo que explica el psicólogo Sergio Brodsky -especialista en la materia-, “el suicidio es un fenómeno multicausal, donde el contexto social, económico, las relaciones familiares y las formas que cada sujeto tiene de procesar todas esas situaciones configuran las causas que pueden llevar a un proceso suicida”.
Por otro lado, en la enorme mayoría de los casos no es un acto impulsivo, imprevisible, sino el acto final de un proceso que va dando distintas manifestaciones implícitas o explícitas, que permiten a quienes rodean a esa persona actuar a nivel de la prevención”.
¿Qué señales da un suicida?
Hay muchas señales y de las más diversas. Brodsky enumera: amenazas o ideas suicidas; tristeza, desinterés, desesperanza, retraimiento, aislamiento; entrega de posesiones valiosas; notas suicidas; mensajes en las redes sociales expresando el malestar y la intención; disminución del rendimiento (escolar, laboral, deportivo…); ausentismo; rebeldía, agresividad; descuido del aspecto y la higiene personal; decepción y culpa por no satisfacer las expectativas paternas; dificultades en la comunicación, tendencia al aislamiento; escasas relaciones interpersonales, rechazo del grupo de pares; importante incremento en el consumo abusivo de sustancias o alcohol; cortes o golpes en el cuerpo (autolesiones); considerar al suicidio como un acto heroico; insomnio, ansiedad, cambios repentino en el comportamiento; calma, después de un período de ansiedad; hablar de muerte o suicidio; sentirse culpable o desesperado; transmitir sentimientos de soledad, impotencia, desesperanza; expresar sentimientos de ser rechazado, miedo a diferenciarse del grupo de pares; deseo súbito de arreglar asuntos personales.
¿Qué hacer ante estas señales?
Ante estas señales de alarma lo mejor es buscar ayuda profesional, sin guardar secretos, ni dar consejos, ni intentar debatir sobre si es correcto o incorrecto tal actitud.
“Hay que tomar siempre seriamente las ideas suicidas”, aconseja Brodsky, porque muchas veces nos aferramos al mito de que quien realmente piensa en quitarse la vida no avisa y esto no es siempre así.
Factores de riesgo
La depresión es la principal causa de suicidio. “La mitad de las personas que se suicidan sufren algún tipo de depresión”.
Las drogas ilícitas y el alcohol son otro factor de riesgo. “El 25% de las personas que se suicidan sufren algún tipo de abuso a las drogas y alcohol”, dijo Brodsky.
El suicidio en adolescentes
Otro dato tristísimo es que en las últimas décadas ha crecido el número de suicidios adolescentes. Históricamente la mayor franja de riesgo era la tercera edad. En los adolescentes había más tentativas de suicidios, pero no tantos consumados, no obstante, en las últimas décadas esto ha cambiado y se ha notado un aumento muy importante de suicidio en jóvenes. Nuestra provincia no escapa a esa tendencia. ¿Por qué?
Brodsky explica que “la adolescencia por sí misma es una etapa crítica y hoy es más crítica porque los adolescentes la transitan más solos, conectados a los aparatos electrónicos y esto genera una deshumanización de las relaciones. Defino al mundo actual como un mundo de soledades interconectadas, fíjate que en una reunión siempre hay alguien con el celular en la mano y con poca comunicación cara a cara”.
¿Dónde buscar ayuda?
De lunes a lunes durante las 24 horas podés comunicarte al 0800 777 2100. Es una línea telefónica provincial que se sumó a la red de atención y acompañamiento en salud mental de Entre Ríos, para dar respuesta sanitaria.
También podés comunicarte al Centro de Prevención de Adicciones de Chajarí. El teléfono es 3456 – 400546.
El grupo de ayuda mutua SOS Vida se reúne los martes de 19.30 a 21 horas en el SUM del Centro de Prevención, en Pasaje Soledad -entre la Terminal y el Centro Cívico-.
Y acordate: el suicidio es el acto final de un proceso que puede ser detectado y prevenido, que reconoce múltiples causas y dimensiones sociales, culturales, económicas e individuales.