Cuando un accidente ocurre solemos atender la parte física pero no la emocional, quedando así cuestiones irresueltas y miedos que pueden convertirse en fobias. Sin embargo, hay cosas que podemos para buscar una solución. Te lo contamos en esta nota de EL ESPEJO con la psicóloga Stella Cístola.
Por Claudia Cagigas
La recuperación psicológica luego de un accidente de tránsito es una cuestión que no solemos atender, porque por lo general centramos la atención en el cuerpo físico: en la lastimadura, en la fractura. Sin embargo, hay una parte que no se ve y que también queda afectada, porque cuando ocurre un accidente se rompe un equilibro, algo inesperado sucede y aparece una situación en la que nos sentimos vulnerables e incluso alguien puede perder la vida. Y si esta parte no es tratada oportunamente, no es de extrañar la aparición de miedos que repercuten en lo cotidiano y luego cristalizan en traumas.
Stella Cístola es Psicóloga Clínica y especialista en Psicología de la Emergencia. Entrevistada en el programa EL ESPEJO, detalló que cuando un accidente ocurre, hay víctimas de distintos grados: primarias, secundarias, los respondientes -los equipos que acuden a brindar ayuda- y los miembros de la comunidad.
Hay un dato curioso que tiene que ver con las víctimas primarias que NO resultan con heridas físicas: éstas son las que desarrollan mayor cantidad de estrés postraumático. ¿Por qué? Stella Cístola lo explicó así:
“Las víctimas primarias son las que están implicadas directamente. Dentro de éstas están las ilesas, las que físicamente están bien, pero son las que desarrollan mayor cantidad de stress postraumático porque nadie se ocupa de ellas ya que se centralizan los esfuerzos en atender al herido. Sin embargo, esa persona de la que nadie se ocupa, dentro suyo también tiene un mundo estallado… le siguen resonando las sirenas, los ruidos del impacto, los gritos, la gente…. Esas implicancias psicológicas que no han sido tenido en cuenta ni abordadas, pueden alterar la calidad de vida y devenir en fobias: no animarse a subir a otro vehículo, no animarse a viajar, no animarse a conducir, dormir muy mal, tener pesadillas… Son implicancias psicológicas que no han sido tenido en cuenta y tarde o temprano van a aparecer”.
Por otro lado, las otras víctimas primarias que resultaron heridas, “son las que reciben mayor contención”. También dentro de esta categoría están las personas fallecidas.
Es importante tener en cuenta que cuanto más rápido se acceda a un tratamiento psicológico, hay menores posibilidades de que las secuelas postraumáticas se hagan profundas. “No es lo mismo comenzar un tratamiento al año, que comenzarlo a las 72 horas“, sostuvo la psicóloga.
Te dejamos aquí el link de la nota para que puedas escucharla completa. En ella también habla de las víctimas secundarias y de varias cuestiones que te puede ayudar 👇