La intendente de Villa del Rosario habló de su interés en seguir su carrera política y, en un futuro, ocupar un cargo legislativo provincial o nacional. Aseguró que si uno trabaja honestamente no hay forma de enriquecerse en la función pública, aunque los sueldos que perciben son muy buenos en relación al resto de la población.
Por Claudia Cagigas
Vanina Perini es la primera intendente mujer de Villa del Rosario (Encuentro por Villa del Rosario) y una apasionada de la política. En el secundario fue parte del Centro de Estudiantes y luego acompañó a muchas de las instituciones formando parte de comisiones o como colaboradora: la Cooperadora de la Escuela N°6, comisiones infantiles del Club Independiente, agrupaciones de la Parroquia y actualmente integra la Comisión de Bomberos. Fue secretaria de Gobierno hace varios años y en la gestión anterior, concejal. Hoy está al frente de esa comuna y asegura que “en la política, si venís para trabajar como política, con el sueldo que cobrás nunca te vas a enriquecer, no hay manera. Para mí esto no es un beneficio económico. Lo digo y sostengo: si sos político y tenés que vivir de tu sueldo, no hay manera de que seas rico”. Entrevistada en el programa EL ESPEJO (Radio Show Chajarí), dejó muchos más conceptos interesantes que a continuación compartimos.
–Los sueldos políticos no son nada despreciables. En la mayoría de los casos son fortunas al lado de lo que percibe un trabajador.
-No estoy diciendo que vivamos mal con nuestro sueldo ni mucho menos. En el caso de los legisladores e intendentes, es así. Lo que digo es que cuando te dicen “fulano se enriqueció por tal cargo”, por derecha es difícil. Para que eso suceda sin lugar a dudas hubo otras cosas. Obviamente muchos políticos pueden vivir muy bien si lo comparamos con un docente, con un trabajador de otros rubros, con un cosechador. Pero si amasás fortunas es porque te manejaste de forma indebida.
No lo planteo para victimizarme. En mi caso mi dieta de concejal la doné todos los meses a una escuela, un club, remedios, viajes… Yo soy empleada municipal. Antes de la nueva ley un empleado no podía presentarse a ningún cargo legislativo ni ejecutivo. Con la nueva ley, pudimos. Entonces como trabajaba a la mañana como empleada municipal y a la tarde como concejal, mi dieta la donaba por decisión propia, no porque la ley me obligara a hacerlo.
-¿Cómo fue la construcción del camino para llegar a la intendencia de Villa del Rosario?
-Realmente se construye. Es un proceso que parte de la vocación de servicio y después hay que ir armando un proyecto, poder sostenerlo, poder contagiar a otras personas. No es un camino fácil, no es tan romántica la política como a uno por ahí le gustaría que sea, hay intereses de diferentes sectores y una comunidad que tiene sus pretensiones. Es un camino largo, para mí no me fue tan sencillo, pero lo volvería a recorrer.
-¿No te fue tan sencillo por ser mujer o por otras cuestiones?
-Hoy el hecho de ser mujer es más fácil que antaño porque otras mujeres han allanado el camino. Pero como sucede en muchos pueblos chicos, a veces hay una sucesión de mandado preestablecidos porque sos de tal fuerza política, o porque hay una afinidad, o porque hay un grupo que designa quién podría ser el próximo intendente sin demasiada democracia.
A mi familia le gusta la política, pero nunca tuvimos un cargo, nunca vivimos de la política como a veces sucede. Mi abuelo fue la mano derecha del Padre Abecia ad honorem; trabajó en Obras Públicas y nunca cobró un peso, la verdad es que nos dejó la vara muy alta. Para mí es una manera de vivir, hago política de lunes a lunes, no hay sábados ni domingo,
-¿Qué precio se paga a nivel personal por dedicarse de lunes a lunes a la función pública?
-Tengo mi familia que me acompaña y por eso puedo hacer lo que hago, sino sería muy difícil. A mi marido le costó más porque es citricultor, nunca estuvo en política y no le interesa para nada. Pero uno sabe a qué se expone y que el trabajo que tenemos es full time pase lo que pase. Mi marido ya me conoció con esta vida. Cuando surgió la posibilidad de presentarme a elecciones, el único que estaba reticente era mi hijo de 15 años. Les expliqué que de mi iban a decir cosas buenas, cosas malas, pero ellos la tienen muy clara. Y en casa tengo mi compañero que está conmigo a la par, siempre fue así.
-¿El ejercicio de la política partidaria es un camino tan cruel y despiadado como parece?
-Es bastante competitivo, pero si uno va por su camino y la tiene clara se van sorteando las dificultades. Pero no es cruel la política sino algunos políticos. Conozco a la gran mayoría, algunos desde chica a otros a partir de ahora. A veces uno tiene que plantarse más allá de los intereses de cada localidad, porque hay intereses políticos, económicos, familiares y a veces embrollos bastante importantes. Pasa de todo, como pasa en la vida, pero sucede en todos los ámbitos… La diferencia es que el político está decidiendo por otras personas y el problema es cuando prevalece el interés personal o el ego… Todo eso pasa y hay que aprender a convivir.
-Hoy ocupás el máximo cargo ejecutivo en la Municipalidad de Villa del Rosario. ¿Te gustaría continuar tu carrera política con un cargo legislativo?
-Hoy no me vine políticamente correcta, todos te dicen “yo defiendo a mi rubro, a mi gremio” y pareciera que nadie quiere dedicarse a la política en un futuro, pero después todos terminan siendo senadores o diputados. Yo pienso que si te gusta, te interesa y podés aportar algo, no tiene nada de malo. A mí sí me gustaría ser legisladora provincial o nacional.