En esta entrevista del programa EL ESPEJO (Radio Show), Paula Estrada –la creadora de esta red de amor- explica cómo funciona y cómo pueden unirse aquellas personas que lo deseen.

Por Claudia Cagigas
Quizás no te preocupe perder el cabello luego de las sesiones de quimioterapia, o quizás sí te preocupe. Quizás tengas mucha gente alrededor que pueda contenerte, o quizás no la tengas. Lo cierto es que la Red Solidaria Quimio con Pelo –que podés encontrar a través de Instagram- puede acompañarte de igual a igual en tu proceso, escuchar tus miedos, tus inquietudes y brindarte mucha contención porque está integrada por personas que han atravesado el mismo camino o lo están atravesando.
Quimio con Pelo es una red solidaria conformada por cientos de mujeres y hombres distribuidos por toda Argentina, Latinoamérica y otros lugares del mundo. Su creadora, Paula Estrada, es una mujer argentina a la que en 2009 le diagnosticaron cáncer y a partir de ahí comenzó a buscar una forma para no perder el pelo por los efectos de la quimioterapia. Así inventó los cascos que se colocan sobre la cabeza a una temperatura de -20 grados, para congelar los folículos pilosos durante la quimio y evitar que la medicación los afecte.
Entrevistada en el programa EL ESPEJO (Radio Show Chajarí), Paula Estrada explicó que los integrantes de esta red “amadrinan” a las personas que se unen pidiendo ayuda. ¿Qué quiere decir amadrinar? “Acompañar en este proceso: preguntarte cómo te sentís, cómo estás, ayudarte a armar los cascos si deseas utilizarlos para no perder el cabello, contenerte. También tenemos grupos de whatsapp, donde cada ciudad incorpora a los pacientes que están usando el casco, comparten sus experiencias y nos dan fuerza y ánimo. Esa es la maravilla de la Red Quimio con Pelo, no es solamente el casco, es la ayuda mutua, la contención en todo”, explicó.
Paula Estrada es Comunicadora en Diseño Visual y tiene, además, su propia marca de ropa. Como paciente oncológica es una activa participante en las redes sociales, donde se encarga de difundir como es su día a día con el cáncer. “Hoy la quimioterapia no tiene los efectos fatales como se mostraba antes, porque hay mucha pre medicación. Lo que pongo en mis redes es como vivo mi vida como paciente oncológica, como transité y transito la cantidad de cirugías que tengo, de hecho, me acaban de sacar tres cuartas parte del hígado y estoy en quimioterapia aún… Pero lo hago con total naturalidad. Imaginate que las personas que atravesamos esta situación tenemos las venas pinchadas, muchas cirugías que nos dejan marcas en la piel… Muchas veces está el planteo de cómo voy a retomar mi sexualidad, cómo voy a hacer para verme bonita de nuevo. Yo cuento mi experiencia con mucho cuidado, con mucha delicadeza; cuento como transito mi vida, desde trabajar diariamente, prepararme, vincularme y tengo devoluciones maravillosas de las personas. Obviamente uno tiene que aceptar que el cuerpo cambia, lo que no quiere decir que no se pueda hacer nada ni tener nada, sino que hay que resignificarse permanentemente. Y ahí es donde cuento los logros a partir de esto que nos sucede: te ponés más fuerte, te ponés más bella, te ponés más atractiva en otras cosas”.
Hay redes de Quimio con Pelo en todos lados. “Nos pueden buscar como @quimioconpelo y unirse a las extensiones que hay en los lugares más cercanos a su domicilio. Siempre recomendamos estar cerca del grupo. Sino, a mí me pueden conectar a mi Instagram personal @paulaestrada.ok , al Instagram paulaestradaquimioconpelo o el Facebook Paula Estrada Quimio con Pelo. El objetivo que tenemos es ayudar, colaborar con esta red de amor para que nadie se quede sin su pelo ni enfrente la quimioterapia solo, que es lo más importante. Estar con una persona que está en la misma etapa que vos, que está atravesando lo mismo que vos, no es lo mismo que hablarle a un familiar sobre cómo te sentís”.
Finalmente, recomendó: “Cuando a una persona le diagnostican cáncer, no le digas ‘no pasa nada’, porque a esa persona sí le está pasando algo. Creo que lo más importante que podemos hacer es escuchar, darle la oreja y no la lengua ni siquiera para contarle cómo fue tu experiencia con el cáncer –si la tuviste-. En ese momento a esa persona no le importa tu experiencia, le importa lo que le está pasando. Entonces la lengua es para después, para decirle ‘estoy con vos para lo que necesites, cuando quieras me llamás”.