
Por Claudia Cagigas
Reclamar incansablemente es el único camino posible para que las obras sociales cumplan con sus obligaciones, sobre todo en materia de discapacidad. Es probable que al padre/madre de una persona discapacitada no lo agote tanto la discapacidad de su hijo, sino los continuos reclamos que debe efectuar para que cuente con las terapias, medicamentos, elementos ortopédicos, tratamientos y demás que pueda necesitar. Lamentablemente esta lucha es de por vida, porque las obras sociales tratan de retacear cuanto pueden, a los efectos de cumplir su objetivo: cansar al que tramita, lograr que abandone la lucha y “ahorrar” dinero –que por cierto termina yéndose en otras cosas bastante menos nobles-.
Eugenia Todone es abogada de Chajarí y una de las pocas profesionales del Derecho que se aboca a la discapacidad en la ciudad. Se ocupa de aquellos casos que tienen que ver con reclamos a obras sociales nacionales, por cuanto tramitó su matrícula federal para accionar en los juzgados federales donde deben presentarse los amparos realizados a este tipo de obras sociales. Cabe aclarar que los amparos a obras sociales provinciales pueden tramitarse en el Juzgado local.
“Muchas personas acuden a mi estudio para asesorarse o informarse y realizamos los reclamos correspondientes ante las obras sociales. Hay mucho desconocimiento no sólo en los padres sino también en personas que trabajan en las obras sociales, que deberían ser los que informen a los afiliados sobre como proceder. Tratamos de incentivarlos también para que realicen los reclamos, porque al haber una dilación tremenda en la mayoría de las obras sociales, los familiares se cansan de reclamar y reclamar. Incentivamos para que hagan valer sus derechos”, sostuvo Todone en el programa radial EL ESPEJO (Radio Show Chajarí).
“En general las obras sociales nacionales trabajan más o menos igual, con poca información a los afiliados y tratando de poner palos en la rueda o dilatando todos los trámites para que la gente se canse o acepten lo que quieren brindarles, que generalmente no es el ciento por ciento de la cobertura, como debe ser para la gente con discapacidad o para el que la necesita”, agregó.
¿Qué reclama la gente? “La mayoría de los reclamos son por discapacidad: educación, transporte, odontología, terapia ocupacional, kinesiología, psicología, acompañante terapéutico, psicopedagogía, pero también se puede reclamar medicamentos, maestro integrador, elementos ortopédicos, pañales, alimentos, en fin, los derechos son muy amplios y hay muchas leyes que los regulan”, especificó Eugenia Todone.
Lo que nunca debés olvidar
Sea cual sea el pedido que realices en una obra social, nunca olvides quedarte con una copia de lo que presentás y pedir a quien te toma los papeles que selle tu copia y ponga la fecha en que estás presentando esa documentación.
“La gente debe quedarse con una copia de lo presentado porque a veces los papeles se extravían en la obra social y no se lleva a cabo lo que se requiere. Si se acompaña con alguna nota, mejor si se menciona alguna ley para que sepan que hay algún abogado interviniendo. Lamentablemente eso modifica mucho el trámite. Es importante quedarse con una copia firmada y sellada, con fecha de recibido por parte de la obra social, para tener constancia de que se presentó. El agregado de la fecha es importante porque hay plazos que comienzan a correr desde ese día”, detalló la profesional.
¿Cuáles son esos plazos? “Cuando se presentan las carpetas a fin de año, con el pedido de todas las prestaciones anuales, con 40 días corridos de plazo estaría bien, porque sabemos que va a pasar por distintas áreas de la obra social y hay que dar un tiempo prudente. Siempre intentamos no llegar al amparo porque es engorroso, largo y se dilatan las cuestiones. Pero es todo un problema porque detrás de cada solicitud hay prestadores que no saben si iniciar o no las terapias y chicos que están esperando. Así que tratamos de cumplimentar todos los requisitos y presentamos en la obra social todos los pedidos, con una nota y un plazo para que conteste. Si no contesta tenemos una negativa implícita. Muy pocas contestan NO, directamente no contestan. Vencido el plazo a veces mandamos una carta documento o comenzamos a preparar la demanda”.
La abogada recalcó en todo momento que la idea es no llegar a un amparo, porque el camino es largo y engorroso. Este camino implica “juntar toda la prueba posible: historias clínicas, pedidos médicos -todos los pedidos deben estar hechos por un médico, si es especialista mejor-, hay que justificar lo mejor posible por qué tiene que ser ese el prestador y no otro porque a veces autorizan las prestaciones con un profesional de la cartilla de la obra social y para el paciente no es tan fácil cambiar, por ejemplo, de psicólogo”. Por eso, “antes de llegar al recurso de amparo tratamos de todas las formas que la obra social autorice, llamamos, nos acercamos a la obra social, van los padres, presentamos notas….”, sostuvo.
Otro dato a tener en cuenta es que las obras sociales suelen tener en cuenta quiénes accionan y quiénes no, a la hora de autorizar determinadas prestaciones o requerimientos. “Suelen autorizar en las prestaciones en las que se hizo amparo y en las demás no, ellos saben quien acciona, quien no, quien si le dicen que no no va a hacer nada, quien va a hacer algo”.
¿Cuánto demora la sentencia de un amparo? “Debería ser rapidísimo, pero los amparos federales demoran mucho tiempo, alrededor de seis meses, porque están desbordados de causas. Por ejemplo, el de Concepción del Uruguay debe atender todos los casos de la costa del Río Uruguay, por eso se está pidiendo la apertura de otro en Concordia. En definitiva, la demora no es por mala voluntad sino porque están atiborrados”, sostuvo Eugenia Todone.
En el mismo sentido, la profesional manifestó que lo mismo pasa si se trata de un paciente con riesgo de vida. “Hay pacientes oncológicos que deben esperar la medicación todo ese tiempo hasta que haya una sentencia y puede ser que luego de la sentencia la obra social no cumpla con la orden del juez. Lo mismo con una intervención quirúrgica o lo que sea”.
Teléfonos de contacto
– Obras sociales nacionales (los amparos deben tramitarse en el juzgado federal): Dra. María Eugenia Todone. Celular 3456 – 539692.
– Obras sociales provinciales (los amparos deben tramitarse en el juzgado local): Dra. María Emilia Peñaloza 3456 – 52 15 67.