Mucha gente que hoy promueve el PRV (Pastoreo Racional Voisin) son productores que han fracasado, se han fundido, han degradado su tierra con el sistema convencional. Como se dice, tocaron fondo. Hoy están intentando recuperarse adoptando esta técnica.

Por Atilio Amerio
Agustín Coletti es un joven veterinario oriundo de Goya, Corrientes, y que desde hace un tiempo se ha radicado en nuestra ciudad con el propósito de ejercer su profesión. Llegó a Chajarí invitado por un amigo para asociarse a un emprendimiento privado. Pero más allá de esto, el tema que lo apasiona –y que vamos a reproducir ahora- es el de pastoreo racional. ¿Qué es y en qué se diferencia del sistema convencional de producción? Veamos qué nos cuenta al respecto.
La manera convencional de producción.
El enfoque convencional es unilateral, considera al ecosistema como algo marginal. El suelo es sólo un medio de sostén físico donde las plantas echan raíces y los animales caminan y pastorean. Y esto no es así… En la cría pura extensiva, con las vacas pastando libremente, no existe una relación armónica con el ambiente porque el ganado domesticado ha perdido mucho de su rol natural.
Una característica de los herbívoros es que repelen sus propias heces. Los animales herbívoros silvestres se comportan en la naturaleza en grandes manadas, migran hacia las zonas donde abundan las pasturas y allí viven un tiempo. Luego se trasladan hacia otros sectores, y regresan al lugar anterior sólo cuando el estiércol que dejaron se degrada e integra por completo al paisaje.

El estiércol de los herbívoros es una materia que aporta vida al suelo en forma de microorganismos, hongos, sustancias minerales, lombrices, insectos, que a su vez sirven para fertilizar especies vegetales y, en consecuencia, regenerar la vida en el paisaje. A grandes rasgos, es una relación interdependiente entre todos los seres que integran la cadena alimentaria y es totalmente instintiva.
La domesticación y el sedentarismo trajeron mucho progreso a la humanidad, pero a la vez nos fue desconectando de lo natural. No hay que demonizar a la agricultura, a la ganadería, al progreso tecnológico, el uso de combustibles fósiles… son todos eventos que aportaron cosas positivas también.
El ganado actual prácticamente no tiene predadores. Ya no anda en manadas, sino que se dispersa, camina mucho. El paso de la vaca es un estresor para el suelo. Vacas que están caminando todo el año sobre la misma superficie lo compactan, lo lastiman; eligen las mejores especies de pastos para comer cortando el ciclo vital del vegetal, que es constantemente pastoreado sin llegar muchas veces a echar frutos y reproducirse. Esto afecta directamente a la biodiversidad, porque van desapareciendo especies y van quedando otras menos productivas para el ganado, de manera no natural.
Esta degradación del suelo determina que baje su productividad. La desaparición de vida va en detrimento de la riqueza viva del suelo y por ende de la fertilidad. Eso lleva a la erosión del suelo, hacia una curva decreciente no solamente a nivel del ecosistema, sino también a nivel productivo, económico, y de salud.
Todo esto hace que las actuales explotaciones productivas, en busca de recuperar su nivel, requieran cada vez de más insumos externos que la naturaleza ya no les puede proveer. Estos insumos tienen su impacto benéfico a corto plazo, pero son perturbadores drásticos para microorganismos, insectos, lombrices, y demás formas de vida que habitan y nutren el suelo. Las mayores cantidades en toneladas de granos y en kilos de carne las podemos ver, pero no el impacto agresivo sobre los demás actores naturales que están trabajando para nosotros. Esta es la manera habitual en que se produce, tanto que incluso es la que se enseña: un enfoque reduccionista que no contempla la biodiversidad, el suelo vivo, el ecosistema.
Calidad de alimentos.
En los campos de cría extensiva, la pobreza del suelo y la falta de gestión son las fuentes de enfermedad de muchos animales. A los veterinarios nos forman para tratar el síntoma, no en la prevención de enfermedades; de manera tal que siempre estamos poniendo “parches” pero nunca atacamos el problema de fondo. ¿Cómo vamos a solucionar el déficit mineral que tienen muchos animales, si el suelo donde pastorean no tiene los nutrientes necesarios disponibles, sumado al contenido residual de todos estos agroinsumos, como por ejemplo el glifosato, que se utilizan masivamente?
De nuevo: estamos hablando del impacto que sobre el medio ambiente genera este sistema de producción convencional.
Un suelo enfermo nunca te puede dar pastos sanos, ni animales sanos, y mucho menos comida sana (carne y sus derivados). Y lamentablemente, a simple vista, no podemos saber si la carne que compramos para consumir tiene o no los nutrientes que debería. No existe aún un parámetro de comparación entre el producto cárnico obtenido bajo la modalidad convencional, o el feed lot, versus el sistema de pastoreo racional. Debemos crearlos y comenzar a evaluarlos.
¿Feed lot o producción sustentable?
No quiero demonizar el feed lot porque es una herramienta más. Pienso que en escenarios como el que tenemos, con la cantidad de extensiones pastoriles, no me parece un sistema adecuado. No obstante, en otras latitudes donde no existe esta naturaleza generosa, donde tienen nieve durante seis meses al año, es una alternativa, siempre y cuando respeten las normas elementales de salud en el manejo animal. Porque, repito, de animales enfermos no obtendremos alimentos sanos. Debe tener en cuenta el impacto a nivel calidad de carne, a nivel ambiental (como las emisiones de dióxido de carbono); en fin, son muchos factores que si son debidamente atendidos y resueltos hacen de esta una modalidad más de producción.
El Pastoreo Racional Voisin (PRV).
El diseñador de esta técnica es el bioquímico francés André Voisin, de allí su nombre. Es una alternativa a la manera convencional de producción agropecuaria. Una herramienta que ayuda a convivir de manera armónica con el ecosistema, mediante un método basado en el ciclo de la naturaleza; es decir que tiene en cuenta el ciclo biológico de las pasturas, el bienestar animal, y la vida que hay en el suelo, de manera de no perturbar demasiado y convivir todos los actores armónicamente para buscar el resultado que el productor busca. En este esquema, el hombre es el gran coordinador.

Mucha gente ha venido usando PRV durante las últimas décadas, cuando se dieron cuenta de que la manera convencional no les producía los resultados esperados, a la vez que encarecía los costos.
En el pastoreo racional lo que se busca es imitar el ciclo natural de alimentación de los herbívoros. ¿Cómo se puede hacer? Desde la utilización de alambrados, cercos eléctricos fijos o móviles, hasta el traslado del ganado como el ser humano lo ha hecho históricamente: con pastores. Hay muchas formas pero todas deben respetar los principios básicos de la naturaleza.
Para que el pastoreo sea racional se deben respetar cuatro leyes o principios de Voisin: primero, ley del reposo del suelo, para darle tiempo a la recuperación biológica de las pasturas; segundo, la ley de la ocupación, el tiempo máximo que deberían estar los animales sobre una determinada superficie, para evitar el sobrepastoreo; tercero, la ley de los rendimientos máximos, para clasificar a los animales de acuerdo con sus requerimientos energéticos, de manera tal que entren primero al potrero los que necesitan mayor cantidad de nutrientes, y el resto de manera gradual, es decir dosificar cantidad y calidad de los recursos; y cuarto, ley de los rendimientos regulares, para utilizar racionalmente los recursos alimenticios del campo asignando los tiempos adecuados para cada grupo de animales.
Esto no es sólo para grandes extensiones de terreno y para la cría de grandes animales. Se puede hacer aún en superficies mínimas, por ejemplo: en el patio de una casa podemos tener gallinas en corrales móviles, que trasladaremos periódicamente para mantener el pasto cortado, en lugar de usar otros elementos que son más onerosos y contaminantes, como las motoguadañas. Además de mantener el pasto corto, escarban, comen insectos y aflojan la tierra. O sea, cumplen una función natural vital.
Lamentablemente, la técnica PRV no la enseñan en las universidades. Además, la gente tampoco cuestiona mucho: si lo dice un profesional, debe ser así. Se ha perdido la capacidad de hacer juicios críticos. Y, por otro lado, este concepto (PRV) genera dudas. Es impresionante como mueve muchos paradigmas, muchas creencias, y genera cierto temor.
Necesidades para comenzar con PRV.
Para arrancar lo mejor posible hay que hacer una adecuada planificación, la cual surge de ver qué tenemos en el campo, qué disponibilidad de recursos: agua, madera, estructuras que puedan ser útiles o no; recuperar postes, alambrados, reconvertirlos para que sirvan en el nuevo sistema.
Es posible que requiera de una elevada inversión inicial en infraestructura, en alambrados por ejemplo; pero que se amortizan en una vida útil de por lo menos veinticinco años, o más. Lo mismo la red hidráulica, diez a veinte años. Un buen boyero, diez años por lo menos. En términos de costo-beneficio, no es caro. Hablamos de inversión a corto, mediano y largo plazo en actividades que van a mejorar la productividad.
La modalidad convencional año a año se encarece. Se necesita más inversión para producir los mismos resultados. Nutrir el suelo y que esto se refleje en el resultado productivo.
Volver al origen.
Mucha gente que hoy promueve el PRV (Pastoreo Racional Voisin) son productores que han fracasado, se han fundido, han degradado su tierra con el sistema convencional. Como se dice, tocaron fondo. Hoy están intentando recuperarse adoptando esta técnica.
Las personas que quieran comenzar con PRV deben acercarse a otras personas que ya lo están haciendo, y establecer redes de contactos. La web es de gran ayuda para esto. Si hay algo que caracteriza a la gente que está en esto es las ganas de ayudar, de colaborar con el otro, de enseñar, de compartir su experiencia. Existe mucha información en la web, cursos que se pueden realizar, con lo que no debe descartarse la formación autodidacta. Por ejemplo en Instagram pueden buscar PRV Argentina, o en internet www.academiaregenerativa.com.ar, y encontrar allí toda la información necesaria como para arrancar.
Este planeta, este mundo es de todos, y cada uno puede hacer su aporte desde las cosas simples del día a día. El punto está en cuestionar, en investigar (hoy tenemos todo disponible con un simple click), acérquense a gente que ya lo esté haciendo: Establecimiento El Mate, de Córdoba; el ya nombrado PRV Argentina, de Puerto Yeruá; PensAgro, de Pablo Etcheverry, que tiene el enfoque de producir racional y lo más eficientemente posible; El Lenguaraz, de Buenos Aires, que tiene un programa de gallinas ponedoras a pasto… En fin, son muchos y están disponibles para quien esté interesado en aprender más sobre esta técnica. Mi rol actual es ser mensajero de ellos.
Para cerrar, quiero dejar una reflexión que leí en el libro Manejo Holístico, de Allan Savory, que dice: “Darwin estaba equivocado. Lo que mueve a la naturaleza no es la competencia: es la cooperación.” Ninguna especie destruye a otra porque, si lo hiciera, amenazaría su propia supervivencia. La cooperación es lo que mueve la vida hacia adelante.-