En el programa del sábado 30 de enero inauguramos un segmento; un juego con los oyentes, en el que pasamos al aire un tema musical y quiénes acierten el nombre e intérprete (banda o solista), pueden ganarse un libro.
En esta oportunidad, el tema fue “Conduce mi coche” (Drive my car), de Los Beatles. Y el libro sorteado entre los ganadores fue “Triste, solitario y final”, aclamada novela de Osvaldo Soriano.
La canción y la banda
“Rubber Soul” (cuya traducción sería algo así como “Alma elástica”), es el sexto álbum de estudio de la banda británica de rock The Beatles, lanzado el 3 de diciembre de 1965. Producido por George Martin, fue grabado en solo cuatro semanas para así poder aprovechar el mercado navideño. A diferencia de sus cinco álbumes anteriores, Rubber Soul fue el primero en ser grabado por sus autores durante un período específico concreto, sin ser interrumpido por giras musicales o proyectos fílmicos entre las sesiones de grabación del álbum. El álbum fue descrito como un logro artístico importante de la banda, teniendo un amplio éxito comercial y de crítica.
El productor George Martin, a quien se lo consideró con justicia como “el Quinto Beatle”, comentó:
Realmente, creo que Rubber Soul fue el primer álbum de The Beatles que presentaba unos nuevos Beatles al mundo. Hasta entonces, los álbumes eran más bien recopilaciones de sencillos. Ahora estábamos empezando a pensar en los álbumes como unidades artísticas propias. Y Rubber Soul fue el primero de esta nueva etapa.
“Conduce mi coche” es la canción que abre el álbum, fue compuesta por Paul McCartney y John Lennon en la casa de este último. Después de algunas dificultades para escribirla, McCartney dijo que “la letra era desastrosa, y yo lo sabía”. Decidieron reescribir la letra y después de ciertas dificultades (McCartney dijo que fue “una de las más complicadas sesiones de composición”) llegaron a la frase “drive my car” (conduce mi coche). El resto de la letra fluyó fácilmente desde ese punto.
La letra es la narración de un hombre sobre una mujer que le ofrece la oportunidad de ser su chofer, y aunque ella no tiene un coche “encontró un conductor y eso es un comienzo.”
El libro y el autor
“Triste, solitario y final” es la primera novela del escritor y periodista argentino Osvaldo Soriano. Fue publicado por Editorial Bruguera en 1973.
Aquí ya se advierten las dos características principales de su obra: la perfecta combinación de épica y sentido del humor. La crítica considera esta novela como un homenaje al género policial negro.
Un Philip Marlowe acabado (detective creado por Raymond Chandler) es contratado por Stan Laurel (el mítico “Flaco” de la pareja “Laurel y Hardy”) para averiguar la causa del “olvido” al que lo condena Hollywood durante los últimos años de su vida.
Un Osvaldo Soriano convertido en personaje de ficción deambula por Los Ángeles en busca de información sobre el cómico muerto años atrás. A partir del encuentro de ambos queda conformada, en inesperada combinación, la dupla protagónica de la novela.
A través de la amistad entre estos dos marginados que recorren los caminos de Hollywood desde la vereda del fracaso, se reedita la trama de violentas aventuras típica de la novela negra norteamericana. Hay piñas, escapadas, y hasta entrevistas con personalidades como John Wayne y el mismo Charlie Chaplin.
Soriano confesó que desde siempre había sentido una gran admiración por el Gordo y el Flaco.
Osvaldo Soriano (Mar del Plata, 6 de enero de 1943 – Buenos Aires, 29 de enero de 1997) fue un escritor y periodista argentino. Fue de los autores argentinos más vendidos en su país en las décadas de 1980 y 1990.
Algunas de sus novelas fueron publicadas en varios países y han sido llevadas al cine y al teatro.
Comenzó su carrera en los medios en el diario El Eco de Tandil, escribía en la sección de deportes y redactaba columnas sobre algunos personajes famosos de la época.
Se trasladó a Buenos Aires en 1969 para integrarse a la redacción de la revista Primera Plana, a partir de lo cual comenzaría su constante relación con el periodismo. Cuando la revista fue censurada, pasó luego por Semana Gráfica, Panorama y La Opinión.
Publicó su primera novela Triste, solitario y final en 1973, muy bien recibida por diversos autores. En 1974, en medio de la tristeza por la muerte de su padre, escribió su segunda novela No habrá más penas ni olvido, publicada años después.
En julio de 1974, abandonó La Opinión y comenzó a colaborar en el diario Noticias, para recalar luego en El Cronista Comercial. Escribió junto a Aída Bortnik el guion de la película Una mujer, filmada en 1975, protagonizada por Cipe Lincovsky, Federico Luppi y Soledad Silveyra.
En 1976, debido al golpe de Estado, Soriano se trasladó a Bruselas. Allí conoció a Catherine Brucher, una enfermera de Estrasburgo con quien se casó en 1978 y se mudó a París.
En 1979, junto a Julio Cortázar y Carlos Gabetta, fundó la publicación mensual Sin censura, dedicada al análisis de la situación de los países latinoamericanos que en esa época se encontraban bajo regímenes dictatoriales. Comenzó en esos tiempos a colaborar con el diario Il Manifesto (Italia), al que seguiría ligado hasta su muerte. También participó en Le Monde (Francia) y El País (España).
En 1980 publicó Cuarteles de invierno, escrita entre 1977 y 1978. Fue considerada la mejor novela extranjera de 1981 en Italia.
En 1983, su novela No habrá más penas ni olvido fue llevada al cine por el director Héctor Olivera, quien ganó el Oso de Plata por la película. Al año siguiente llegaría a la gran pantalla una adaptación de Cuarteles de invierno dirigida por Lautaro Murúa.
En 1984, termina su exilio. Un año antes publica Artistas, locos y criminales, una recopilación de sus artículos escritos en La Opinión en la década de 1970. Sus libros comenzaron a ser de los más vendidos en Argentina, pese a la opinión no muy favorable de parte de la academia de la época. Esto se mantuvo con sus siguientes libros. Era tal la venta de su obra que en 1995 la editorial Norma pagó 500.000 dólares por ella.
En 1987, formó parte de la redacción original del diario Página/12, hasta su muerte, en 1997. La redacción incluía a periodistas y escritores como Horacio Verbitsky, José María Pasquini Durán, Tomás Eloy Martínez, Miguel Bonasso, Juan Sasturain, Juan Gelman, Eduardo Galeano, Osvaldo Bayer, Alan Pauls, Juan Forn, Homero Alsina Thevenet, José Pablo Feinmann, y Miguel Repiso (Rep) quien desde el número 1 ilustra la contratapa y secciones del diario.
Osvaldo “El Gordo” Soriano fue un reconocido fanático del club San Lorenzo de Almagro. La peña oficial del club de la ciudad de Madrid, España, lleva su nombre. Cierta vez declaró que “ser de San Lorenzo es un interminable sobresalto; una carga que se arrastra toda la vida con tanto desconcierto y orgullo como ser argentino.”