Por Cecilia Capovilla
“Promoción y prevención de la salud mental es una tarea que deberíamos hacer todas las personas que trabajamos en salud, porque la medicina implica cuerpo, mente y espíritu. Estos tres aspectos de la persona deberían ser trabajados en forma holística, integral, no podemos sectorizar o especializarnos tanto en una cosa o en la otra. Este es mi punto de vista y mi abordaje sobre la salud es desde ese lugar”, dijo Mariana Stivanello, médica psiquiatra de Chajarí, en una entrevista que cambia la manera de entender la salud, de pensarnos a nosotros mismo, y sobre todo la mirada que tenemos sobre las enfermedades.
“En general, la gente tiene mucho prejuicio con respecto al psicólogo o al psiquiatra, se cree que hay que estar loco para consultarlos y esto es un error. Quienes consultan son personas comunes, que necesitan un enfoque de una persona que estudió para brindar alguna herramienta o algún recurso y así poder aclarar un montón de ideas. De hecho tengo muchos pacientes que no los medico. La medicación es una herramienta más y no hace magia”, explicó Mariana para desnaturalizar prejuicios muy arraigados socialmente.
Las crisis como posibilidad de aprendizaje
Muchas veces tenemos una mirada negativa de las crisis, sin entender que los cambios que se generan a partir de ellas pueden ser muy positivos. “En la historia de un individuo, en algún punto hay momentos de crisis. Pero son buenas, porque si no hay crisis no hay cambio. Es necesario saber atravesarla de la mejor manera posible, tratando de rescatar algo positivo, un aprendizaje. A raíz de esa crisis uno puede entender cómo establecer un cambio. Para que esto sea posible, cada uno tiene que buscar los recursos y las herramientas necesarias”, enfatizó la psiquiatra.
Las señales
¿Cómo nos damos cuenta de que algo no está bien en nuestro cuerpo? “Cuando empezamos a tener alterada la calidad de vida. Esa es la primera señal, cuando hay algo que nos está haciendo ruido y nos enfermamos físicamente, ahí tenemos que pensar qué estamos haciendo. Estar más atentos a lo que nos pasa, ser más perceptivo, trabajar más la intuición, que es el susurro del alma. Sucede a diario que, con tanto estrés y con tanta ansiedad muchas veces la intuición se pierde. Lo frecuente es que las personas lleguen a la consulta con otras dolencias físicas o mentales, a veces con un cáncer, con enfermedades neuro degenerativa o con afecciones cotidianas como faringitis o anginas, por cualquier lado podemos somatizar las emociones cuando no las podemos canalizar. Entonces es importante potenciar esta intuición o percepción. Saber diferenciar cuando hay algo físico o emocional. En definitiva conocer nuestro cuerpo y conocernos más”.
“Todos los seres humanos tendríamos que desarrollar esta mirada hacia el interior de nosotros mismo, desarrollar la intuición, estar más atentos a cómo nos sentimos, trabajar para adentro, porque hacemos al revés: siempre estamos trabajando para el afuera y la búsqueda es hacia adentro, de este modo nos empezaremos a sentir mejor”, culminó la psiquiatra Mariana Stivanello.