Por Claudia Cagigas
La afirmación llama la atención para quienes no estamos formados en el ámbito de la odontología, pero sobran argumentos para sostener que los problemas posturales y dolores que acarrean, pueden iniciarse en nuestra boca. Analía Chesini es odontóloga de Chajarí, se dedica a la rehabilitación integral del paciente y desde hace 25 años se capacita constantemente en congresos nacionales e internacionales donde se dan a conocer los últimos adelantos en odontología. “Hoy sabemos mucho sobre problemas articulares que antes se desconocían. Por ejemplo, hay escoliosis que se resuelven solucionando un problema ortodóncico!”, aseguró en el programa EL ESPEJO.
¿Cuál es el fundamento de esta afirmación?
“Hay que entender que las personas somos seres biopsicosociales, todo está relacionado, no somos solamente un diente o una boca que atender”, subrayó como primera medida.
El sistema masticatorio esta formado por dientes sujetos al maxilar superior e inferior, que se mueven por músculos. “Si tenemos una mordida que no es equilibrada de ambos lados, la articulación en uno de sus lados tiene más espacio entre el disco articular y la cápsula, y eso se traduce en una escoliosis contralateral para compensar el equilibrio postural”, explicó.
Los desequilibrios causan tensiones que se trasmiten a través del hueso, por ligamentos muy sensibles. Esa información llega a la base del cráneo, a través de la musculatura es enviada a los puntos más vulnerables que tenemos, donde terminan produciendo dolores crónicos.
El riesgo de no reponer dientes que se pierden
El bruxismo (el apretamiento y rechinamiento de los dientes) también se genera por la pérdida del equilibrio. Por ejemplo, “cuando perdemos una pieza dentaria, las piezas vecinas migran porque no tiene tope, no tiene equilibrio y se inclinan. Eso genera puntos de contacto prematuros con el maxilar superior, que el sistema tiende a desgastar como para normalizar el plano. Entonces empezamos a trabajar bruxando de noche y desgastando los dientes. Por supuesto que se agregan otros factores desencadenantes como musculatura fuerte y estrés”, detalló.
Por último, Analía Chesini subrayó que “cuando perdemos una pieza dentaria lo más importante es reponerla” porque si no lo hacemos se generan muchos desequilibrios y “después todo es más costoso, lleva más tiempo y alcanzamos menos objetivos a medida que pasa el tiempo”.
Cosas del mundo de la odontología y de nuestro cuerpo que debemos saber…