Por Claudia Cagigas
Percepciones erróneas; ocultamiento del pasado o de aspectos que no queremos que la otra persona sepa pero que, a la larga o a la corta termina sabiendo; falta de diálogo; inseguridades; consumo de novelas color de rosa o de pornografía que crean un modelo de relación y sexualidad ficticio, son algunos de los denominados “monstruos del matrimonio” por Fray Nelson Medina, religioso colombiano perteneciente a la Congregación Padres Dominicos. En su paso por Chajarí, visitó El Espejo y charló sin tapujos.
Acostumbrado a dialogar con miles de personas de varios países, Fray Nelson sostuvo que “en muchas relaciones de pareja falta VERDAD, porque escondemos nuestro pasado, nuestros miedos, escondemos lo que creemos que le puede disgustar a la otra persona y todo lo que escondemos es lo que se vuelve monstruo” que destruye la relación. Escoger la persona que nos acompañará en nuestra vida “es una de las decisiones más importante y si no está fundada en la verdad, estamos preparando un desastre”, sostuvo.
La red afectiva
Fray Nelson habló de la importancia de no aislarse. “La constelación de parientes y amigos enriquece y alivia la relación de la pareja, porque cuando la única persona con la que me relaciono es mi pareja, quiere decir que si tenemos un problema se me dañó el universo, no tengo nada más”. Entonces, “el día en que se agota el encanto del sexo y viene la primera pelea, ¿cuál es la solución? El divorcio. En la mayoría de los países la solución es facilitar el divorcio, cuando lo que la pareja necesitaría es apoyo para solucionar la crisis. Por ahí vienen los daños de los monstruos del matrimonio”, explicó.
Sexualidad
La sexualidad merece un capítulo aparte, que preocupa y angustia. “Muchas parejas viven una gran preocupación con el tema de la intimidad, de la sexualidad, porque quisieran que desde el primer momento todo fuera perfecto. Es decir, tengo que ser la mujer perfecta y desempeñarme del modo perfecto sino va a buscar otra. Y los hombres tenemos una gran fragilidad que disimulamos con vanidad, presunción y a veces con agresividad hacia la mujer”.
“Lo que he visto es que las parejas que son felices en términos de sexualidad, no son las que han visto muchas películas o ha hecho muchos cursos sobre sexualidad, sino las que se han atrevido a escucharse, a quererse y a caminar juntos. No existe una intimidad perfecta a las que todas las parejas tengan que mirar. La gente está consumiendo mucha película rosa, ilusión y pornografía que hace un daño espantoso”, aseguró.
Pornografía
“Pocas cosas hacen un daño tan grande a la pareja como la pornografía, porque la pone a mirar un modelo de desempeño: si yo no soy como ese tipo que sale ahí (que esta más que drogado), entonces soy un fracaso como hombre; sino actúo como esa actriz, soy un desastre y eso destruye”.
Finalmente, el religioso explicó que “el mensaje de la fe cristiana no es de prohibición sino de una humanización a fondo”, de la mano de nuestro creador.