Por Cecilia Capovilla

Alejandrina Chichizola, estuvo en El Espejo hablando sobre los cuidados de la piel, pero también advirtió que es muy común encontrar casos donde el estrés perjudica la salud en general y en relación a esto nos comentó: “El estrés sacude todo el cuerpo, podemos ver caída del cabello, uñas frágiles, agrietadas o que cambian de color, en otros casos están como arrugadas.  Una persona que quizás nunca tuvo problemas de uñas y de repente por nervios se le empieza a quebrar o se les escaman.  Esto es algo que se ve comúnmente”.

“En el rostro es mucho más frecuente encontrar personas con rosáceas o con acné, producto de los nervios. Se ve mucho acné en edad adulta por causas hormonales o nerviosas y muchas veces la gente no sabe cómo tratarlo y se acerca a consultar. En la parte cosmetológica es muy importante ir de a poco, probando, viendo que necesita y qué quiere nuestra piel”, comentó Alejandrina al hablar de las afecciones más comunes que provoca el estrés.

“Siempre digo: no importa el motivo de lo que le pase a tu piel, pero no la podés agredir más. Por ejemplo, sucede que el que tiene piel grasa y muchos granitos se pasa una loción astringente para secar y se limpia varias veces, entonces la piel reacciona y se brota mucho más. Sucede lo mismo con aquellas personas que tienen caspa y su origen es nervioso, se lava más el pelo o se rasca y cuanto más intentamos sacarla, más caspa se genera” explicó.

“Con el pelo sucede lo mismo, manifestó Alejandrina,  el estrés muchas veces provoca caída, sequedad y opacidad. Casos de mujeres en donde el problema que se presenta es hormonal, en general de cuatro mujeres, tres están medicadas por tiroides y como consecuencia de ello también aparece la caída del cabello”.

Lo importante es realizar la consulta pertinente para tener un asesoramiento adecuado y que, dependiendo de cuáles sean las causas, podamos encontrar el mejor tratamiento para que nuestra piel, nuestras uñas, nuestro cabello y en general nuestro cuerpo no sufran las consecuencias del estrés, uno de los tantos factores que nos daña.