Dependencia afectiva, vínculos tóxicos, pérdidas, duelo, soledad, son varios de los temas que abordamos con la psicóloga y escritora Lorena Pronsky, en una nota imperdible.
Por Claudia Cagigas
Lorena Pronsky es Licenciada en Psicología y escritora, pero además la responsable de una red social muy visitada donde publica textos que cuentan historias que ella misma ha vivido y otras que ha recogido de sus pacientes. Vive en La Plata, es la autora de los libros “Rota se camina igual” y “Curame”. Entrevistada en el programa EL ESPEJO (Radio Show), habló de la dependencia afectiva, los vínculos tóxicos, animarse a soltar, pérdidas, duelo y soledad.
- ¿Qué es lo que nos pega la piña más fuerte hoy? ¿El amor, los sueños hechos añicos, la falta de realización en lo laboral, la familia?
- “Creo que todo está muy relacionado con el duelo; todo lo que nombraste está atravesado con pérdidas. Alguien que falleció, alguien que nos abandonó, el que abandonó y siente culpa; los hijos que se van cuando crecen; una persona que pierde su puesto laboral… Las adicciones a las drogas y al alcohol también tienen que ver con una sensación de vacío existencial que uno intenta tapar de alguna forma para que no duela. Pero creo que a todos nos duelen las mismas cosas y están enmarcado por la pérdida”.
- ¿Qué temas abordás en Curame, tu último libro?
- “Curame atraviesa un montón de situaciones: autoestima, duelo, pérdidas, vínculos tóxicos, dependencia afectiva. Son textos cortos que tocan todas las emociones y en cada texto te vas a encontrar con miedos, con angustia, con dolor. Algunas historias son autorreferenciales y otras no, me han sido contadas, las he visto y las he plasmado. Son micro relatos”.
- ¿Qué es la dependencia afectiva?
- “Son vínculos donde lo que prima es la necesidad de otro. No es el deseo lo que me está convocando, sino que necesito de otro para darle integridad a mi ser. Esta cosa de ‘sin vos me muero’, también es ‘con vos me muero’, porque son vínculos tóxicos donde el vínculo nos genera daño… No todos los vínculos se sostienen en el amor, algunos se sostienen en la necesidad: aparece el miedo a quedarse solo, el pensamiento de que sin el otro no voy a poder criar a mis hijos, el miedo a lo monetario… Eso se ve muchísimo”.
- ¿Cómo hacer para soltar lo que nos hace mal?
- “Uno piensa que lo que está viviendo no está bueno, pero si suelta lo que ve es el abismo. En esa instancia de separación entre un vínculo que te genera angustia y que le hace mal, uno ve que por el otro lado no hay nada. Yo insto a saltar, digo ‘vos saltá, después se verá cómo se va armando el piso, pero si vas a esperar a que esté todo armando no vas a saltar nunca, porque ese mundo es el que te toca construir a vos. Buscamos la seguridad y eso es imposible. Y quizás lo catastrófico que imaginabas es una creación de tu mente”.
- El temor al dolor
- “A veces uno no se anima a soltar porque piensa que va a doler y sí, duele un montón. ¿Pero cuál es la vara para tomar decisiones? ¿Difícil o fácil o si me hace bien o mal? Es un camino hacia dentro, un viaje interminable, pero vale la pena.
- ¿Cómo se supera un duelo?
- “La gente no quiere sufrir y trata de buscar fórmulas mágicas y no hay ninguna fórmula mágica. Atravesar las situaciones es la única forma real y honesta de poder superar un duelo y, de alguna manera, evitar que se vuelva a repetir porque si no lo resuelvo hoy, va a aparecer en otro vínculo, con otra cara, con otro nombre, pero el patrón será el mismo. La repetición invita a la resolución de lo que se vuelve a repetir. Por ahí nos preguntamos ¿otra vez me pasó lo mismo? Bueno, será momento de que lo empieces a resolver para que no vuelva a suceder. La repetición marca lo que tengo que sanar”.
A modo de cierre, Lorena Pronsky nos dejó un mensaje final: “No hay que luchar contra esos afectos sino dejarlos pasar y ver que tienen para decirnos. Conectarme y ver qué cosas me están provocando tristeza, miedo, angustia, ansiedad e invitar a la resolución”.