La eutanasia debe cumplir tres requisitos: ser indolora, producirse en forma rápida y generar el menor estrés posible en el animal. Es un tema polémico, pero se la utiliza en aquellos casos en que no hay cura posible. En esta nota hablamos de eutanasia compasiva, NO como forma de control poblacional.

Por Claudia Cagigas
Tomar la decisión de poner fin a la vida de nuestra mascota es sumamente difícil y dolorosa, pero probablemente es el acto de amor más grande que podemos regalarle, cuando el sufrimiento tiñe sus días por un problema de salud que ya es irreversible y le seguirá reportando cada vez más dolor. Del tema charlamos con los médicos veterinarios Martín Duránd Masilla y Joaquín Acevedo Miño (Veterinaria Sapucay), en EL ESPEJO (Radio Show Chajarí).
EE – ¿Qué es la eutanasia?
Marín Duránd Masilla (MDM) – La eutanasia es la muerte digna, sin dolor, que se le da al animal para liberarlo del sufrimiento. ¿Cuándo decimos que es posible? Cuando vemos que el animal no está comiendo, no está tomando agua y viene de días de este proceso. Mayormente tenemos en cuenta si hay una enfermedad, si son animales muy viejos, si tienen una patología que no se puede revertir o politraumatismos por accidentes. Cada animal es distinto a otro. La eutanasia está ligada directamente a poner fin al sufrimiento.
EE – ¿Cómo se realiza el procedimiento?
Joaquín Acevedo Miño (JAM) –. La eutanasia debe reunir tres requisitos: ser indolora; debe producirse en forma rápida y generar el menor estrés posible en el animal. Para lograr esto se pone un sedante se duerma y luego se coloca una vía por la que pasamos un líquido que produce inconciencia, luego paro respiratorio y luego paro cardíaco.
EE- ¿Cuánto tiempo demora este proceso?
JAM – Una vez que ponés el líquido, como mucho puede demorar cinco minutos, pero la mayoría de las que hemos hecho han tardado un minuto o menos. A veces, cuando el animal está muy mal, el paro cardíaco es instantáneo.
EE- ¿Es necesario que el dueño esté presente?
MDM – Eso es una decisión personal. A veces escucho decir que en los últimos minutos el perro busca al dueño con la mirada, pero no es así porque el animal está sedado y en el momento de la eutanasia prácticamente dormido.
EE – Cuesta mucho dejar partir a nuestras mascotas, aun cuando están sufriendo.
MDM – Claro que cuesta. Pero también le decimos a los dueños que sepan entender que todos tenemos un tiempo, tanto los animales como las personas y hay que disfrutar del día a día. El cariño que ellos tienen con nosotros es invalorable. ¿Cuántas veces estamos tristes y se abre la puerta de la pieza y aparece nuestro perro o gato? Creo que todo eso hay que contemplar y decir listo: me diste todo esto durante este tiempo, hoy te dejo ir.
EE – ¿Hay algún marco legal que regule la eutanasia de animales?
MDM – Los Colegios de Veterinarios de cada provincia rigen la forma de actuar de los médicos veterinarios. Acá en Entre Ríos no tenemos nada restringido. Sabemos que a nivel nacional se tiene a las mascotas como un bien mueble, por eso hoy en día muchas personas están luchando por los derechos de los animales y pidiendo que se los reconozca como personas no humanas para que las leyes puedan tener efecto sobre el maltrato y demás. Pero con respecto a la eutanasia, a través del Colegio de Veterinarios, tenemos una planilla para rellenar y dejar asentado que el dueño quiere hacerla.
Hay que dejar en claro que una cosa es la eutanasia compasiva (de la que hablamos en esta nota) y otra muy distinta es la eutanasia como control poblacional (para eliminar mascotas por una sobrepoblación).
“La parte más difícil de nuestra profesión es practicar una eutanasia, porque estudiamos para salvar la vida de las mascotas y que para quitarla. El hecho de tener que hacer ver a los propietarios que lastimosamente este es el fin y acompañarlos también es muy duro”, concluyeron Martín Duránd y Joaquín Acevedo Miño.