Foto: gentileza FM Del Este
El matayuyo que alguien tiró al costado de las vías del ferrocarril de Chajarí, también llegó a la Reserva de Biodiversidad, donde habitan cientos de especies animales y vegetales que deberían ser preservadas; por eso se llama “Reserva de Biodiversidad del Río Mocoretá”. El municipio no ha sido el responsable del derrame de herbicida, pero tampoco ha hecho mucho por impedirlo o reclamar ante quien corresponda –al menos hasta el momento-.
El matayuyo seguramente es la forma más rápida de deshacerse de los yuyos indeseables, pero también lo más contaminante y sus efectos no se circunscriben al pasto que puede verse quemado en la foto, sino que se expande por el aire, el agua y los alrededores de la reserva.
Hasta el momento no sabemos qué es lo que se tiró. Sin embargo, los herbicidas más comercializados en Argentina incorporan dentro de su fórmula al glifosato, con todos los riesgos que esa sustancia conlleva: toxicidad para animales y humanos, efectos cancerígenos y reproductivos, acción mutagénica, contaminación de alimentos…
Que este tipo de derrames ocurra, alerta sobre la debilidad en el control de la bio seguridad de nuestra zona. Pero ¿a quién le importa?