Por Claudia Cagigas
– “Gracias por todo Hermano, ¿cómo está?
– “Con el corazón dividido, señora”…
Con estas palabras sencillas y sentidas, el hermano Andrés Rosatto sintetizo la situación vivida en el mediodía de hoy, cuando cientos de alumnos, ex alumnos, padres, docentes y comunidad en general, se acercaron al Colegio Marista para abrazarlo y expresar muchas cosas a la vez… Todo se mezcló: la gratitud por el legado de los hermanos luego de 80 años de entrega incondicional a Chajarí, el sabor amargo que deja su partida y un poco de esperanza ante la posibilidad de que la decisión sea revertida por el Consejo Provincial de la Provincia “Cruz del Sur”, a la que pertenece la institución local.
Antes de las 12:45 la gente comenzó a llegar y durante más de una hora no se movió del lugar. Fueron muchísimas personas; imposible calcular cuando los sentimientos están a flor de piel. Hubo lágrimas, abrazos, aplausos interminables, se cantaron las canciones maristas tradicionales (Cortó la Roca y Confiad, recurrid), no faltó el bailecito marista tradicional y tampoco las oraciones en conjunto. Tomados de la mano todos pedían lo mismo: que los Hermanos Maristas no se vayan, que nuestros hijos sigan creciendo guiados por su presencia y su carisma…
El punto más fuerte de la manifestación pacífica fue cuando hicieron su aparición el Hermano Andrés y, posteriormente, el Hermano Raúl. Fieles a su voto de obediencia, los religiosos no tuvieron una palabra de reproche a la decisión tomada por sus superiores, sino que se limitaron a recibir el cariño incondicional de la gente y cada uno de los abrazos de grandes y chicos.
“No se vayan hermanos”, “los queremos”… todo eso y mucho más fue dicho. Sin embargo, esta misma mañana había sido repartida a todos los alumnos de la institución, una carta del Hermano Provincial Alberto Aparicio, donde confirmaba que el retiro de los hermanos era una “decisión tomada desde el Consejo Provincial” y explicaba los motivos de la determinación…
El corazón duele y no hay palabras para agregar… Sin lugar a dudas, este mediodía quedará para la historia e implicará un antes y un después para la institución y para la ciudad.
GRACIAS HERMANOS, SIEMPRE ESTARAN EN NUESTRO CORAZON…. DIOS A VECES TIENE RAZONES QUE EL CORAZON NO ENTIENDE…