La manga está detenida en cercanías del acceso a Federación, tiene una superficie de unos siete kilómetros. Sólo se las combate con químicos. Si bien no afecta a la producción, el gran riesgo es que las langostas se reproduzcan y radiquen en la zona. El ingeniero Gabriel Guiano se refiere al respecto.
Por Claudia Cagigas
La manga de langostas que ingresó desde Paraguay hace más de un mes y que pasó por Formosa, Chaco, Corrientes y actualmente está en el Departamento Federación (Entre Ríos) tiene en vilo a los productos que temen por su producción. Consultado en Ladran Sancho (Radio Show), el ingeniero agrónomo Gabriel Guiano, explicó que, si bien este tipo de langostas no afectan en lo económico a la citricultura, sí podrían hacerlo en caso de reproducirse y radicarse aquí. Asimismo, subrayó que el frío no las mata y que la única manera de combatirlas en con productos químicos, cuando están quietas –no en vuelo-.
Hoy jueves 24 de julio de 2020, la manga está asentada entre los kilómetros 296 y 298 de la Ruta Nacional 14 –a la altura del acceso a Federación, en una franja que se extiende hacia el Oeste. “No están juntas sino en distintas zonas. Y no están en el suelo sino sobre árboles”, dijo Guiano. “Es una manga de poco más de 7 kilómetros y en este momento los productores están haciendo control químico terrestre”.
– ¿Quién debe ocuparse de combatir las langostas?
– Estamos haciendo un trabajo articulado entre la parte pública y la privada. SENASA se ocupa del seguimiento de la manga, marcando la posición. Y los productores, organizados por la Fecier, por la Asociación de Citricultores y también por la Sociedad Rural, realizan el tratamiento.
Hay que dejar en claro que Senasa no hace tratamientos, no se ocupa del control de la langosta. Los que se tienen que ocupar son los productores.
Es cierto que este tipo de langostas no provoca daños, no come por el estado fisiológico que tiene, pero si se reproducen en la zona vamos a tener problemas graves.
– ¿Cómo se controla?
– El control es químico, no hay otra opción. Aplicación de fitosanitarios de forma terrestre y aérea.
– ¿De qué se alimentan?
– No sabemos bien. En principio es un insecto que no diferencia especies vegetales. Esta manga atravesó media Argentina. Disminuir su población no es tan fácil porque vuela muy rápido y se las controla solamente cuando están asentadas.
– ¿Por qué se produjo este fenómeno?
– En principio hay que decir que la langosta se erradicó de esta zona por el avance de la citricultura moderna, por sucesivos controles y aplicaciones de fitosanitarios. Entonces hubo un retroceso de la plaga hacia el Norte, hacia Santiago del Estero, Formosa. Pero básicamente la zona de reproducción y multiplicación es Paraguay. Evidentemente alguna cuestión falló en el control y la población fue avanzando.
Por el tamaño que tienen sólo vuelan a favor del viento. Es un insecto de unos 10 centímetros de largo por 0,5 centímetros de ancho, es pesado, grande, no puede volar contra el viento. Entonces con condiciones predisponentes y altas temperaturas se favoreció su desplazamiento.
– ¿Se han registrado daños concretos en la zona?
– Daños económicos no. En las plantas hay daños similares a los que provocan las hormigas, es decir, no se va a perder ni una quinta ni una forestación. Pero hay que aprovechar las condiciones climáticas, que seguramente las va a detener un par de días, para hacer control terrestre que es el más sencillo y de mayor practicidad. Y lo que quede residual de la manga, veremos si podemos controlarlo de forma aérea, antes de que vuelen.
No queremos la reproducción local, no queremos que se instalen en la zona, el frío no las va a matar. La langosta es sumamente resistente, puede estar debajo de la helada, de la nieve y cuando retorna la temperatura, mueven las alitas y salen volando. Hibernan dentro de las forestaciones, maduran y luego empieza a fecundar y ahí tendríamos un problema de plagas enserio.