El Arteterapia se instala en un campo intermedio entre el arte y la psicología. “Las personas estamos atravesadas por emociones, por sentimientos, por miedos, por deseos, por inseguridades, por ansiedades, entonces el arteterapeuta acompaña, guía para poder focalizar esas emociones”. Una nota con Silvina Dalprá –arteterapeuta-.
Por Claudia Cagigas
Existen muchas profesiones y disciplinas diferentes a las convencionales para abordar el interior de cada ser humano y ayudar a extraer emociones enquistadas, que desconocemos, pero que nos hacen mucho daño. El Arteterapia es una opción. Se trata de una disciplina (una carrera terciaria, aunque también se realizan cursos), que utiliza la creación artística en el contexto de una relación terapéutica para promover el bienestar, el autoconocimiento, la conexión y expresión emocional.
El Arteterapia se instala en un campo intermedio entre el arte y la psicología. “Las personas estamos atravesadas por emociones, por sentimientos, por miedos, por deseos, por inseguridades, por ansiedades, entonces el arteterapeuta acompaña, guía para poder focalizar esas emociones y brinda herramientas artísticas para ir rompiendo esos miedos, encontrarse con eso que está pasando en un contexto acorde”, explicó la arteterapeuta Silvina Dalprá.
Sin hablar del problema en sí, en los talleres se trabaja con diferentes expresiones artísticas para que las emociones puedan aflorar: clown, expresión literaria, música, plástica, dibujo, todo tipo de arte.
No todas las personas que realizan un taller de Arteterapia lo hacen por un problema en particular, “pero tal vez se van plegando a este proceso y van descubriendo cosas que le están sucediendo. Muchas veces son procesos que ayudan al autoconocimiento. Apuntar al autoconocimiento también es importante y por eso trabajamos con grupos reducidos, seis u ocho personas, donde se pueda dar este espacio de contención y confianza”, agregó.
¿En qué consiste un taller de Arteterapia?
“Empezamos con un caldeamiento: una meditación, algún ensueño dirigido, algún movimiento necesario del cuerpo para poder disponerte para que te atraviesen las emociones, a que sucedan cosas. La idea del caldeamiento es permitirte estar con el cuerpo y la mente en el momento presente… El trabajo apunta a que lo espontáneo gane el terreno y esto es posible porque hay un contexto que ayuda a que esto suceda, un entorno de relajación, de música, de sonidos, puede haber Músicoterapia pasiva. Se crea el clima ideal para que las emociones afloren”, comentó Silvina Dalprá.
¿De qué manera afloran las emociones?
“A través de la risa, del llanto, puedo llegar a cosas que están en mi interior y que yo desconocía. Todo eso puede pasar y ese es el espacio donde está bueno que eso suceda, porque es un espacio de contención donde no se juzga, sino que se acompaña ese proceso, se guía, se canaliza… Arteterapia está más dirigido a esas personas que les cuesta lo verbal o que tienen alguna patología que limita lo verbal”.
Para lograr la liberación de las emociones se utilizan también estrategias lúdicas, “juegos que te van llevando a algún punto de introspección, entonces es más fácil llegar al interior y que las emociones surjan, porque cuando estamos jugando estamos tan relajados que las cosas afloran… Entonces, lo que empieza a suceder en ese espacio terapéutico es muy fuerte porque el grupo actúa como espejo y ayuda”.
Sebastián Dalprá es Profesor de Música. Su rol es contribuir en los talleres de Arteterapia con sus conocimientos musicales, con la guitarra, con algún instrumento de percusión, con el cuerpo como instrumento de percusión. “La música es una muy buena opción para salir de la zona de confort. Entonces es una herramienta más que puede aportar una opción para aquellas personas que no se sienten identificadas con otras técnicas”.
Silvina y Sebastián Dalprá están realizando su primer taller de Arteterapia esta semana en Chajarí, pero seguramente se sucederán otros talleres para quienes quieran incursionar en esta disciplina de autoayuda y autoconocimiento personal.