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3 noviembre, 2018

“Arranqué a los 13 con el alcohol… en la escuela me hacían bullying, me sentía solo e indefenso”

 

Emanuel tiene 24 años. Está en recuperación por alcoholismo y consumo de drogas. Una historia con varios aditamentos para reflexionar. Soledad, sufrimiento, bullying, drogas y alcohol.

 

EMANUEL… Un joven que logró salir del infierno con ayuda y fuerza de voluntad.

 

Por Claudia Cagigas

Emanuel (24) hace tres años que está en recuperación en El Arte de Volver por alcoholismo y consumo de drogas. A los 13 años comenzó a tomar alcohol. Desnudando su historia pero sin victimizarse, en el programa EL ESPEJO (Radio Show Chajarí), contó: “Me crie  con mis abuelos porque mis padres se separaron. De chicos no conocí a mi papá, mi mamá trabajaba para mantenernos y estaba en pareja. Yo  vivía con mis abuelos y ella pasaba de vez en cuando, me sentía muy solo, sentía la ausencia de mis padres aunque les tomé mucho cariño a mis abuelos y decía que eran como mi papá y mi papá”.

 

Pero eso no era todo lo que agobiaba a Emanuel. “En la escuela me sentía menos. Me hacían bullying porque era indefenso, no me gustaba pelear, tenía miedo a todo y me agarraron de punto, me ponían sobrenombres, me dejaban cosas en el banco, fueron muchas situaciones difíciles. Esas cosas yo no las hablaba con nadie, me preguntaban por qué me portaba mal y no decía nada. Pero llegó un punto en que empecé a perder los miedos y a maltratar a mis compañeros sin importar si fuera varón o mujer. Cambié mi actitud y empecé a boludearlos yo, quería demostrar a todos que no me iba a dejar boludear más por nadie”.

 

Aunque se sentía acompañado por sus abuelos, Emanuel no encontraba paz ni bienestar. “A mi abuelo lo llamaban a cada rato de la escuela por mi mal comportamiento, ya no me querían dentro del aula… Era tanto el malestar que a los 13 años dejé la escuela porque no me sentía aceptado por nadie. Empecé a trabajar en una gomería frente a mi casa. Ahí ya tenía mi plata y comencé a tomar alcohol con gente más grande que yo buscando otra imagen, tenía que tapar el bullying que había sufrido; buscaba el alcohol, las amistades más grandes y boludear a los más chicos”, recordó.

 

La situación se agravaba cada vez más… “Ya en las previas nos recontra alcoholizábamos y llegamos así a los boliches a buscar lío. Nos miraban mal, no nos dejaban entrar, hasta que a los 15 años ya no quería más eso porque teníamos quilombos con todos los barrios y era muy feo estar perseguido siempre. Quería salir de ese mundo, entonces conocí a una chica y me metí de novio pensando que era la solución. Nunca dejé de tomar porque al alcohol no lo veía como un problema, lo que quería era alejarme de los líos. El padre de mi novia también era alcohólico y eso me venía re bien porque los fines de semana me iba y tomábamos juntos mientras que en mi casa intentaban ponerme límites. Así me fui alejando de toda mi familia”.

 

“Con el consumo de alcohol sufrí un montón, terminé pegándole a mi hermana muy alcoholizado, fue muy feo. Al otro día me desperté y no podía creer que yo le había pegado y no me quería hacer cargo. Siempre actuaba impulsivamente y eso me lo despertaba el alcohol”, reconoció Emanuel.

 

Ese consumo que comenzó a los 13 terminó en una dependencia absoluta: ”Tomaba alcohol para manejar, para salir, para tapar, para todo. Cuando tenía 21 años falleció mi abuela, me separé de mi pareja enfermiza porque ella aceptaba mi alcoholismo y yo la manipulaba a mi gusto y comencé a drogarme porque no podía soportar su muerte… Esos meses fueron horribles, situaciones muy extremas. Droga y alcohol era el combo que apagaba todos mis sentimientos pero me sumía en una vida de mierda de la que no podía salir…”.

 

Un día la situación no dio para más y Emanuel ya no pudo ocultar el consumo de drogas aunque seguía negándolo. Su mamá lo llevó al Arte de Volver donde comenzó la rehabilitación de inmediato.

 

EMANUEL Y  FACUNDO, uno de sus compañeros de EL ARTE DE VOLVER.

 

“El corte fue drástico. Arranqué el tratamiento. Nunca había vivido con mi mamá pero debí mudarme a su casa con 21 años y yo no quería porque intentaba seguir haciendo lo mío; no podía aceptar que ella me ponga límites, no podía mirarla como mamá. Para mí era recontra injusto lo que me estaban haciendo. Después, con el tratamiento fui entendiendo muchas cosas y tanto ella como Rubén -su pareja- me ayudaron un montonazo. Lo más duro fue aceptar la muerte de mi abuela y sacarla del lugar de mamá para que entre mi verdadera mamá. Pero lo logré y la recuperé”, dijo Emanuel. “Hoy me siento recontra lleno, con un montón de cosas. Con el tratamiento arranqué también la escuela nocturna…”.

 

Jennifer Fabrello (Psicóloga), Emanuel, Delia (mamá de Emanuel), Facundo y Marcela Braun (psicóloga). Parte del nutrido equipo de El Arte de Volver.

 

Delia, la mamá de Emanuel

Atenta al relato de su hijo, Delia agregó: “Se siente mucha angustia cuando ves que tu hijo está mal y es mentira que no te das cuenta que está consumiendo… Fue durísimo, me quiso pegar, me decía que se iba a matar, pero cuando yo me puse firme empezó el tratamiento. Por eso les digo a los padres que se pongan firmes con sus hijos y busquen ayuda”, dijo, al tiempo que remarcó su eterno agradecimiento con El Arte de Volver.

 

 

 

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