Una silla de ruedas que mediante un sistema hidráulico se transforma en bipedestador y dos bicicletas con diferentes sistemas a la que se adosó una silla de ruedas, son algunas de las iniciativas. ¿Se animarán los chicos a montar su propia empresa?
Por Claudia Cagigas
La noticia corrió por una foto que se viralizó en facebook: la de Jorge Viviani Walther (Cuqui), paseando feliz junto a su hermano “Nano” en una bicicleta especialmente adaptada para él por alumnos de la Escuela Técnica de Mocoretá. “Cuqui” tiene parálisis cerebral. Hasta este momento nunca había podido disfrutar de un paseo similar, ni sentir la velocidad que adquiere una bicicleta ni el viento en la cara, ni el vértigo… Se lo ve feliz y no es para menos!
La bicicleta de Cuqui fue confeccionada en la Escuela Técnica de Mocoretá por tres alumnos que hoy están en séptimo año: Juan Martínez, Rodrigo Aguirre y Lisandro Tissera guiados por el profesor Alberto Siviero.
Invitado al programa radial EL ESPEJO (Radio Show Chajarí), el profesor Siviero explicó que surgieron dos proyectos de bicicletas adaptadas a la vez. El se hizo cargo de uno y su hermano, el profesor Julián Siviero, del otro. Pero previamente habían confeccionado un bipedestador pensado para un chico de Monte Caseros que había sufrido un accidente y no podía caminar, entre otros elementos.
“Son trabajos muy personalizados”, dijo Siviero. Un bipedestador es un elemento ortopédico que permite poner de pie a personas con bajo tono muscular. Hay distintos tipos. El desarrollado por los alumnos de la Escuela Técnica de Mocoretá “se lo puede usar también como silla de ruedas ya que cuenta con un sistema hidráulico para que la persona pueda quedar parada. Además tiene un orificio para que, con el mismo bipedestador, la persona pueda ir al baño sin ayuda”, explicó Siviero. “Nos llevó bastante tiempo. A ese proyecto lo presentamos en la Feria de Ciencias, no lo habíamos podido probar antes y justo ese día el chico llegó y la probó ahí. Fue un momento muy emotivo”, dijo.
Los alumnos suelen engancharse con este tipo de proyectos y enseguida comienzan a proponer soluciones a los distintos obstáculos que van surgiendo. “Siempre que aparece un proyecto primero se lo delega a un profesor y uno ve qué grupo se adapta mejor… En el caso de la bicicleta de Jorge “la trabajamos en el Taller de montaje electro mecánico y pudimos aplicar parte de los conocimientos que los chicos necesitan para aprobar el taller. La familia nos presentó una bicicleta y una silla de ruedas. La primera idea era montar delante de la bicicleta la silla. Empezamos a investigar y mirar un poquito y surgió la idea de colocarla al costado. Vimos cómo se lo podía hacer, surgió un primer prototipo, lo probamos, hicimos las correcciones, luego llamamos a la familia, lo probaron y ahora ya están hechas todas las correcciones. Uno de los puntos que tuvimos en cuenta es que al llevarlo adelante uno no podía ver la reacción de la persona, en cambio, al costado se lo puede mirar, ver la sensación, si necesita algo. Es más acompañado que esté al costado y no adelante”, explicó Alberto Siviero.
“La variedad de cosas que se puede trabajar desde una Escuela Técnica son muchas, pero también tenemos que adaptarnos al contenido de las materias y por eso es que los tiempos son largos. La silla de Jorge llevó casi un año porque son cosas que uno tiene que ir trabajando de a poco, viendo el por qué, ir enseñando a los chicos y que todos puedan participar del proyecto para que se vayan dando maña”, agregó.
¿Podría esta experiencia previa ser la antesala de un futuro emprendimiento? “Estoy trabajando con los chicos que hicieron este proyecto, les pregunté si les gustaba como salida laboral, me preguntaban si tiene mercado. Ellos están interesados. En el proyecto anterior solo tuvimos en cuenta el costo de los materiales. Ahora estamos armando presupuesto como para tener un número preciso de cuánto saldría, teniendo en cuenta la cantidad de horas de trabajo. La idea es que sea un proyecto rentable y que se pueda construir a un precio razonable”, comentó Siviero.
Actualmente el profesor está apoyando a otro grupo de alumnos para elaborar un prototipo que permita prender la silla de ruedas a cualquier bicicleta para abaratar aún más los costos.
“La Escuela Técnica de antes tenía la idea de formar personas para trabajar en empresas. La de hoy intenta darle las herramientas a los chicos para que ellos puedan formar su empresa, puedan administrarse, puedan hacer balances que son cosas que antes no se tenían en cuenta”, explicó.
Por su parte, Juan Martínez, uno de los alumnos que participó en la elaboración de la bicicleta de Jorge, manifestó que cuando fueron a la Expo Joven en Corrientes, se mostraron sorprendidos por la repercusión que había tenido su proyecto. “Nos encontramos con una escuela de chicos con discapacidad…Les propusimos pegar una vuelta y cuando empezamos a ver la cara de ellos recién ahí caímos que era algo que les daba felicidad porque es algo que no lo tienen. Esa experiencia nos dio más ganas de seguir haciendo cosas”.
Por último, Juan Martínez sostuvo: “Queremos seguir con estos proyectos y ahora pensamos hacer otra bicicleta. La idea es que se pueda desprender de la bici, es decir, que la puedas usar solo o con el chico al lado”.
Bien por estos alumnos y docentes. Felicitaciones! Las familias de personas con discapacidad los necesitan mucho!