Lo dijo Gustavo Walther, encargado de la Oficina de Viviendas de la Municipalidad de Chajarí. Brindó un completo detalle de la situación local.
Por Claudia Cagigas
El acceso a la vivienda es uno de los principales problemas que enfrentan miles de personas. El elevado precio de la tierra, la especulación, el negocio inmobiliario y la crítica situación social hacen que para muchos la única solución pase por la ayuda estatal, a través de diversos planes solidarios. ¿Qué datos concretos hay de Chajarí? ¿Quiénes se benefician con estos planes? ¿Cómo es el proceso de adjudicación? ¿Qué cuidados se toman para que prime la transparencia? Son respuestas que en esta nota brinda Gustavo Walther, encargado de la Oficina de Viviendas de la Municipalidad local.
“Cuando llegamos –al gobierno- nos encontramos con un sistema que hubo que mejorar y ampliar. ¿Qué hicimos? Al Registro de Demanda Habitacional de Chajarí, que es un sistema plasmado en una base se datos donde se cargan todos los grupos familiares y se le otorga un puntaje, le agregamos tres ítems: las solicitudes de terreno y vivienda; las solicitudes sólo de terreno y las solicitudes sólo de vivienda para aquellos que ya poseían terreno”, comenzó explicando Walther en el programa EL ESPEJO (Radio Show Chajarí). “Estas tres situaciones nos brindaron un censo clarísimo de la situación de Chajarí: más de 2400 grupos familiares demandaban terreno y vivienda; más de 400 grupos familiares demandaban sólo terreno y más de 100 personas demandaban sólo vivienda”.
En base a este censo se empezó a trabajar en distintos programas. La cantidad de inscriptos coincidieron con los datos arrojados por el censo:
- Plan Construir Futuro (sólo viviendas): se inscribieron 97 grupos familiares (después algunos se dieron de baja y otros no pudieron ingresar porque no cumplieron con los requisitos).
- Programa del Banco de Tierras Municipales: 197 terrenos. Se inscribieron 440 personas. La idea es seguir trabajando, adquiriendo más tierra.
- Vivienda Social (tierra y vivienda): todavía se sigue trabajando con Nación para lograr un plan de 116 viviendas. “Es lo que más se demanda hoy en día”.
¿Quiénes pueden acceder a estos planes?
“Tenemos un registro único donde están todos los vecinos que quieren acceder al terreno, a la vivienda o a ambos. Los requisitos son ser mayor de 21 años, tener 10 años de residencia en Chajarí, no haber sido adjudicado por una vivienda otorgada por el Estado y no tener ninguna propiedad inmueble a su nombre. A partir de ahí se empiece a denotar toda la situación del grupo familiar”.
Una vez inscriptos los interesados, se adjudica un puntaje a cada uno. “Por ejemplo, cinco puntos si es una madre soltera, dos puntos por tener hijos, uno por ser nativo Chajarí, un punto si la persona tiene entre 45 y 65 años, dos puntos si tiene más de 65 años, dos puntos si es una pareja y uno de ellos tiene una enfermedad o cinco puntos si alguno de los dos tiene una discapacidad… toda esta situación debe ir respaldada con documentación fidedigna que avale lo dicho”, indicó Gustavo Walther.
¿Qué garantías de transparencia hay? ¿Cómo se controla?
A raíz de las denuncias surgidas a través de redes sociales días atrás, que daban cuenta de una pareja de concubinos, solteros, que cada uno de ellos había sido adjudicado con un lote de los 197 ubicados en calles Alvarez Condarco, Concordia e Irigoyen, Walther aclaró: “Los convoqué, declararon que no creían que estaban cometiendo un delito, que siempre quisieron que uno de los dos salga sorteados, que si salían los dos uno iba a renunciar… no los voy a juzgar porque legalmente no estaban incumpliendo en nada (no tienen un certificado de concubinato, cada uno presentó un contrato de alquiler diferente y direcciones diferentes). Entonces legalmente no teníamos una herramienta para penarlos. De todas maneras, uno de ellos se dijo de de baja en forma voluntaria”.
En el mismo sentido, agregó: “Queremos dejar en claro que desde que abrimos las inscripciones hasta el 18 de abril en que se realizó el sorteo hubo todo un trabajo previo. Primero se dio el período de inscripción, luego de investigación, que hacemos a través de un programa de computación donde están cargadas todas las titularidades (chequeamos catastralmente que ninguno tenga propiedad). El problema es que hay situaciones no expresas en Castastro que se nos pueden pasar por alto: títulos en trámite, mensuras en trámite, herencias, enajenaciones. Cuando se cerciora todo y se publica el listado, es para dar este sentido de transparencia, para decir ‘si vos vecino sabés de una situación se nos está pasando por alto, vení y contanos’. En todo momento recibimos denuncias que son anónimas, jamás hemos dado a conocer ningún nombre y jamás lo haremos”.
“No existió la dedocracia ni el amiguismo en ningún caso de esta gestión. Acudimos a la buena voluntad del vecino y a la honestidad, si viene y nos dice ‘no tengo nada’ y descubrimos que tiene propiedades, automáticamente se le da de baja. Ahora si no tiene ninguna propiedad a su nombre porque tiene todo enajenado o a nombre de otro, no tenemos autoridad legal para avanzar en el caso, después quedará la crítica moral sobre esa persona’, concluyó el encargado de la Oficina de Viviendas de la Municipalidad de Chajarí.