Griselda Hollmann es psicóloga gestáltica. En esta nota explica en qué consiste el Tarot y la información que puede aportar para el autoconocimiento personal.
Por Claudia Cagigas
En el imaginario colectivo la lectura de Tarot está asociada a la adivinación, a la futurología y al engaño en pos de un rédito económico. Teñidos por esta idea, cuesta abrir la mente y comprender lo que el Tarot es, por lo que consultamos a la psicóloga Griselda Hollmann quien, a pesar de su formación psicoanalítica, hace muchos años sintió la necesidad de buscar otras herramientas para ayudar a sus pacientes y fue así que comenzó a incursionar en la Psicología Gestáltica, el Tarot y las Constelaciones Familiares. “El Tarot puede ser una herramienta de autoconocimiento, no es futurología, aporta la posibilidad de poner en palabras lo que no estamos pudiendo poner, a través de las proyecciones que cada paciente hace de las imágenes que aparecen en las cartas”, explicó en el programa EL ESPEJO (Radio Show).
“El Tarot nació alrededor del año 1000, pero nadie sabe quién lo creó, ni dónde ni cómo. Tampoco qué significa la palabra Tarot ni a qué idioma pertenece… Según se dice, nace del cristianismo, el judaísmo y el islam, es de tradición occidental y propone un contrapeso femenimo al desequilibrio monoteísta… De ahí que tenga igual número de arcanos femeninos y masculinos, e incluya una papisa o una emperatriz entre sus figuras”, expresa una nota del sitio web madrileño El Mundo Libros. No obstante, el primer psicólogo en hablar de Tarot fue el suizo Carl Jung (1875-1961) y actualmente el más reconocido es Alejandro Jorodowsky.
“El Tarot tiene 78 cartas: 22 arcanos mayores y 56 arcanos menores. Son 78 arquetipos que todos tenemos incorporados en nuestra vida, en nuestra forma de ser, en nuestra personalidad. Todos tenemos un loco dentro, todos tenemos una colgada, todos tenemos la fuerza, la luna y el sol, son arquetipos que nos representan, son energías que nos representan”, explicó Griselda Hollmann.
¿Cómo se realiza la lectura de Tarot?
“No es una adivinación. La gente suele asociarlo con la gitana que te va a adivinar la suerte y no tiene nada que ver con eso; también se lo asocia con la manipulación. Yo leo el Tarot apoyada con todas las herramientas que tengo, siendo psicóloga con orientación gestáltica y las Constelaciones Familiares. Todo eso integro”, dijo.
Griselda no efectúa lecturas de Tarot en forma aislada sino dentro de una terapia psicológica, cuando considera que puede operar como una herramienta que posibilite al paciente llegar a lugares que de manera conciente no puede llegar.
Para abrir el Tarot primero hay que definir el tema. “El tema por el que más me preguntan es el amor. ¿Por qué no tengo pareja? ¿Por qué no me siento bien con mi pareja? Entonces voy enmarcando el tema, por ejemplo, ¿qué necesito para ser pareja? Porque el Tarot no es una respuesta por sí o por no, es una herramienta de autoconocimiento”.
Una vez abierto el Tarot, se pide a la persona que escoja cartas y se comienza a trabajar con proyecciones. “El material para trabajar no es el significado de cada carta sino la proyección, es decir, lo que esa imagen le genera a la persona, lo que le resuena, lo que siente que tiene que ver con ella, lo que imagina que está ocurriendo en esa imagen y la interpretación que hace de esa carta. Esos son los elementos que utilizo para trabajar, ayudada también con la terapia psicológica”, explicó.
Esta psicóloga entiende el Tarot de la misma manera que Alejandro Jodorowsky, quien propone una lectura que provoque la constante ampliación de nuestra conciencia, leyendo los símbolos de las cartas de una manera proyectiva para encontrar mensajes que nos ayuden a entender un poco más de la realidad, incluyendo la del inconsciente. También aclara que esas proyecciones son “un espejo de nuestra verdad subjetiva pero no la verdad absoluta”.
Finalmente, Jorodowsky aclara que “el Tarot no cura, sirve para detectar la llamada enfermedad. Una vez logrado esto, es tarea de un psicoanalista o un psiquiatra continuar el trabajo”. Dicho en pocas palabras, el Tarot puede servirnos de espejo para descubrirnos.