Por Claudia Cagigas
El salvaje ataque contra el joven Juan Cruz Frontán, sufrido dentro de un boliche bailable de Chajarí hace un mes, despierta un tema que quizás todos dejamos olvidado: el del necesario control del cumplimiento de las ordenanzas vigentes. El tema no exime de culpas al joven imputado como agresor, Felipe Esponda, sino que nos exige una reflexión más profunda.
La ordenanza 1.471 del Honorable Concejo Deliberante de Chajarí brinda el marco normativo para la realización de espectáculos públicos pero, lamentablemente, en muchos aspectos importantísimos, no se cumple. ¿A quién le toca hacerla cumplir?
¿Qué dice la ordenanza?
La ordenanza 1.417 del HCD de Chajarí, en su artículo 3 establece claramente que “los propietarios de locales, organizadores de eventos, disc jockey y toda otra persona que intervenga en la organización o desarrollo del evento son solidariamente responsables de las faltas incurridas en el mismo”.
La ordenanza también habla de sanciones. “El Juzgado de Faltas Municipal entiende en las causas por violación a lo dispuesto en la presente ordenanza y a las disposiciones que regulan la actividad de espectáculos públicos… serán multas que establezca la presente, el Código Tributario y/o clausura, pudiendo llegar a la caducidad de las habilitaciones…”, señala el artículo 40. En el caso puntual de la agresión a Juan Cruz Frontán, ¿hubo sanción?
Sobre los envases de vidrio se habla en el artículo 41. Este artículo, además de dejar sentado que “queda expresamente prohibido, la venta y/o consumición para menores de 18 años de bebidas alcohólicas…”, agrega: “Asimismo, se prohíbe la comercialización de bebidas en envases de vidrio”. Pero a Juan Cruz Frontán le destrozaron los ojos con un vaso de vidrio.
Responsabilidades compartidas
Gabriela Vázquez, mamá de Juan Cruz, entrevistada por EL ESPEJO, opinó con mucha calma pero con un dejo de tristeza: “No tenemos que ser hipócritas, creo que todos sabemos lo que pasa en la noche. Los primeros responsables de lo que hagan nuestros hijos somos los padres, eso ya no se discute. Pero también hay otras instituciones que tienen otros grados de responsabilidad, que son los que a la noche reciben a nuestros jóvenes y son ellos los que tienen que cuidarlos, controlarlos. También están los organismos de control que tienen que hacer cumplir la ordenanza. Acá nadie se está quitando responsabilidad, cada uno tendrá que rever un montón de cosas”.
Por su parte, Nancy Frontán, tía de Juan Cruz y médica, agregó: “En la guardia del hospital me dijeron que todos los fines de semana reciben chicos con heridas de vidrio; quizás se produzcan tanto dentro como fuera de los boliches, pero es moneda corriente aunque nunca se vio algo tan grave como lo de Juan Cruz”.
¿Quién tiene que controlar que la ordenanza se cumpla?
El comisario principal Luis Pereyra, jefe de la Comisaría N° 1 de Chajarí, aseguró que no es función de la Policía. “El control del expendio de bebidas alcohólicas en envase de vidrio, el nivel de sonido en los boliches, la cantidad de gente por metros cuadrados, no nos corresponde”. Explicó que la obligación de la Policía tiene que ver con el cumplimiento de las leyes provinciales y nacionales, no con ordenanza municipales, salvo cuando haya un convenio. “El único convenio policía / municipio que tenemos en vigencia es a nivel tránsito. Tenemos el poder de retener motos, vehículos por cualquier tipo de infracción en la vía pública, debemos intervenir en el caso de un vehículo que está con la música muy alta por ocasionar desorden en la vía pública, pero no tenemos otro convenio para hacer el contralor de otras normativas u ordenanzas”.
Por último, Pereyra indicó que días atrás sostuvo una reunión con concejales del bloque CAMBIEMOS, donde se habló de la situación. “Ese día hablamos que ellos tienen que controlar y que si hay que hacer algún tipo de constatación los días que los boliches están abiertos, nosotros estamos dispuestos a ayudar”, dijo.
¿Habría que labrar algún tipo de convenio para que la Policía brinde ese apoyo? “No, porque es a requerimiento de la municipalidad. Ese tipo de control, como cualquier otro que solicite un organismo oficial, podemos hacerlo”, explicó.
Por su parte, consultado el presidente del HCD, Marcelo Borghesán, reconoció que para verificar el cumplimiento de la ordenanza en cuestión deberían hacerse inspecciones desde el organismo municipal pertinente. Asimismo, agregó: “Como HCD nos comprometidos a notificar a los boliches de la vigencia de la ordenanza; la otra parte –la del control- le toca al Ejecutivo. Calculo que en estos días harán una reunión entre Ejecutivo y Policía y se pondrán de acuerdo”, concluyó.
Lo que tampoco se cumple
La ordenanza 1.417 también señala que “los responsables del local deberán prohibir la entrada y/o permanencia en él de personas que se encuentren alcoholizadas y/o bajo los efectos de otras sustancias así como también controlar el ingreso y/o permanencia de personas menores de edad” (artículo 4)
Sobre la seguridad interna y externa, en el artículo 22 especifica: “Los titulares de las habilitaciones bailables o discotecas tendrán a cargo la seguridad interna del local, así como la tranquilidad del entorno extorno, para lo que deberán contratar seguridad interna privada adecuada a la normativa respectiva así como policía adicional, agentes de tránsito y control urbano, los que garantizarán el orden en un perímetro alrededor del local…”
En cuanto al factor ocupacional, establece que tanto en confiterías bailables o discotecas “será de dos personas por cada metro cuadrado de la superficie útil” (artículo 24).
En el artículo 42 se habla de la creación del “Registro de Personas de Seguridad y/o vigilancia que desempeñe actividad en los locales de espectáculos públicos, debiendo la autoridad de aplicación expedir credencial única identificatoria… Este Registro funcionará en la Municipalidad de Chajarí…”. Todavía no fue creado.