¿La radiación que recibe la mama en una mamografía puede provocar cáncer? ¿Por qué no se la puede reemplazar? ¿Influye en la proliferación del cáncer la edad de la paciente, el tamaño de sus mamas o la densidad? La Dra. Susana Morel tiene la palabra
Por Claudia Cagigas
Una de cada ocho mujeres está destinada a tener cáncer de mama a lo largo de su vida; una patología sumamente frecuente que se lleva a muchas por año fundamentalmente por falta de prevención.
¿Cómo prevenir que esto ocurra? La realización de una mamografía anual sigue siendo indispensable para la detección precoz, con lo cual las posibilidades de curación pueden llegar al ciento por ciento.
Uno de los temores más frecuentes que las mujeres plantean en el consultorio médico a la hora de hablar de mamografías es la radiación que recibirán. “Si bien se usa radiación y ésta es nociva para la salud, la dosis de una mamografía al año es mínima: la radiación de una placa de tórax equivale a la radiación de siete mamografías. Por eso les digo que no le tengan miedo. La dosis es mínima porque no hay que atravesar huesos o densidades”, explicó la doctora Susana Morel (Especialista en Diagnóstico por Imágenes) en el programa EL ESPEJO (Radio Show Chajarí).
Otro de los temores tiene que ver con el apretón de la mama. “Los aparatos antiguos apretaban mucho y si bien es cierto que el apretón se sigue realizando, es poquito tiempo y no afecta en nada”.
¿Duele o molesta una mamografía? “El dolor depende de la mama y su densidad. Hay mujeres que tienen mamas muy densas –duras- y ahí es doloroso por una patología que se llama displasia mamaria. Son pacientes que sienten dolor también cuando corren, cuando se acuestan boca abajo, por ejemplo. A esas pacientes les decimos que se hagan la mamografía después de menstruar, porque cuando uno menstrúa las hormonas bajan y el dolor cede por unos días. El resto se la pueden hacer en cualquier momento”, sostuvo Morel.
¿Qué muestra una mamografía? “La mamografía no se puede reemplazar porque es la única que detecta los signos incipientes del cáncer de mama: las micro calcificaciones, que son puntitos muy chiquitos, indicadores del inicio del cáncer. Para esto la ecografía no sirve… La ecografía es para cuando detectamos un nódulo, para cuando es algo más grande, más palpable”.
¿Por qué es necesario guardar las mamografías realizadas años anteriores? “Para poder comparar en el eventual caso de que aparezca algo, porque a veces es tan chiquito lo que se ve, que no nos llama la atención. No obstante, si tenemos otros estudios sirve de mucho y tal vez se pueda detectar una asimetría. Por ejemplo, cuando vemos un nódulo en una mujer de más de 40 años nos levanta sospecha, entonces miramos las mamografías anteriores y si vemos que ya lo tenía hace tres años y no ha cambiado, quiere decir que no es maligno porque si en dos años no modificó las características, ya no lo va a hacer”, explicó.
¿Cuánto tiempo debo guardar las mamografías anteriores? “Hasta diez años”, recomendó Morel.
Por otra parte, la médica destacó la importancia del autoexamen mamario. “Aunque no sepan lo que están palpando, pálpense las mamas porque si un día aparece algo que no estaban tocando se van a dar cuenta”.
Edades y antecedentes
Si hay antecedentes familiares los controles debe realizarse a partir de los 35 años, si no los hay a partir de los 40. “Si los antecedentes son de la rama paterna también se pueden heredar pero es más importante la herencia materna”.
“Si el cáncer de mama aparece en mujeres en edad fértil es de peor pronóstico. Influye en el pronóstico el estado hormonal del paciente porque un gran porcentaje del cáncer de mama tiene dependencia hormonal. Si la mujer está en edad fértil, tiene hormonas, el tumor tiene comida y hay más probabilidades de que se desarrolle. Por eso, si el cáncer se te detecta a los 70 años ya no tiene nutrientes y crece mucho más lento. Por eso a partir de los 70 el espacio entre los controles es más grande -dos años aproximadamente-”, sostuvo.
¿Influye el tamaño de las mamas?
“El cáncer cuando aparece no pide permiso, no importa el tamaño de las mamas. El volumen puede jugarte en contra porque tiene más parénquima para desarrollarse. Lo que sí influya es la densidad de las mamas. En las mamas fibrosas, displásicas, es más difícil la detección. Por eso a esas mujeres les recomendamos estar más atenta y generalmente la mamografía se complementa con una ecografía mamaria”.
¿Las mujeres que tiene prótesis deben realizarse mamografía? “Sí, tienen que aumentar los controles porque es un artefacto que uno agrega y que disminuye la sensibilidad del método. Al comprimir el parénquima, desplazarlo, es más difícil la detección. Por lo tanto tienen que estar más controladas. Sí o sí necesitan la mamografía y una ecografía, porque hay que evaluar el implante ya que pueden producirse roturas intracapsulares que no detecta la mamografía. Es decir, la mamografía evalúa la mama y la ecografía el implante y así se complementan”.
Los lácteos y el cáncer
“Hay tendencias en lo que es la nutrición a lo largo de los años y van cambiando. Hace unos años comer huevos era malísimo, después se reivindicó un poco al pobre huevo. Lo mismo pasa con los lácteos: antes se creía que era el alimento por excelente y hoy no tanto. En lo que al cáncer de mamas se refiere, lo que influye es el componente graso de la leche, entonces se aconseja que se tome leche descremada”, explicó Susana Morel.
Cáncer de mama en hombres
Si bien es mucho menos frecuente, el cáncer de mama también aparece en hombres. En estos casos, “se hace el mismo procedimiento que en las mujeres. Acá en Chajarí hay casos y muchas veces son tratados por los mismos ginecólogos”.
La punción ¿expande el cáncer?
“Es importante que la mujer entienda que bajo ningún concepto cuando se extrae la punción, se arrastra el cáncer y se desparrama. Con anestesia se pincha la mama y se saca un pedacito del tumor con una aguja fina. Luego se analiza y determina de qué naturaleza es ese tumor. Hay diferentes tratamientos de acuerdo al estadio, por eso es tan importante la detección precoz”.
Finalmente, Susana Morel insistió en que la mamografía es la manera más rápida de detectar el cáncer de mama y puede pesquisar lo generado en un año. Si esto se logra, la curación puede ser del ciento por ciento. A medida que nos alejamos en el tiempo, las chances de curación disminuyen.