Por Claudia Cagigas
A diario se enfrentan con el dolor extremo y la indignación; atienden animales que llegan destrozados, sangrantes por todos lados, con sarna y a veces abichados… Las critican, las cuestionan cuando no atienden las exigencias de los vecinos que piden que “ya mismo” se presenten en tal o cual lugar, para hacerse cargo de una perra en celo o llevarse un animal que anda perdido o herido… Pero pese a todo ellas están ahí, trabajando ad honorem, quitando tiempo a su familia, a su trabajo, brindando un servicio gratuito solo por amor a los animales. Son las mujeres que hoy integran la Asociación Protectora de Animales de Chajarí (APA Chajarí).
No se quejan, no se victimizan, trabajan en silencio y llevan en su cuerpo las marcas de su entrega: algunas han tenido hongos en los brazos, otras mordeduras y una de ellos una parálisis facial producto de un gran estrés. Graciela prefiere no dar muchos detalles porque quiere centrarse en el trabajo de APA, pero el suyo es un caso emblemático: tras pasar una tarde entera en la Protectora intentando sacar los gusanos de la cabeza de un perro, al llegar a su casa y sentarse a cenar, tuvo la crisis. Desde entonces intenta tomarse las cosas de otro modo, ya no va tanto al predio sino que trabaja en su hogar recibiendo gatitos abandonados hasta que son adoptados.
APA Chajarí fue creada hace 15 años por un grupo de vecinos. Entonces funcionaba en calle Irigoyen, en el edificio de la ex Escuela Agrotécnica. Con el correr del tiempo el Municipio cedió un terreno y allí se construyó la nueva sede, recuerda Karina Gonzáles; el mismo que hoy está pegado a la Planta de Tratamiento de Residuos, en calle Concordia.
Sin embargo, APA Chajarí y Municipio no son lo mismo. “Somos una organización, unas diez personas voluntarias que trabajamos sin fines de lucro y nos sustentamos con donaciones, rifas, ferias… Con el Municipio trabajamos en conjunto con castraciones y, además, en el predio hay personas dos empleados municipales: Marita que ayuda a los veterinarios en la sala de castraciones y un chico que trabaja en mantenimiento”, contó Fiama Caprotti.
¿De qué se ocupan las integrantes voluntarias de APA? “En el predio abarcamos casi todo: limpieza de caniles, alimentación, parquización, renovación del predio, construcción de caniles, curaciones, amor a los animales”, indicó Daiana Cornaló.
En la Protectora hay sólo perros; alrededor de 70. Muchos están en estado delicado porque así llegan y hay que recuperarlos. “El moquillo es muy frecuente. Cuando vemos que los animales están muy delicados, los llevamos a nuestra casa y seguimos un tratamiento con veterinario. A veces se nos mueren”, deslizó con un dejo de dolor Fiama.
Lo que no hay que hacer
Si estás a punto de abandonar a un animal y no hay forma de que cambies de parecer, ten en cuenta lo siguiente:
– No lo tires dentro de la Protectora porque los otros perros, al desconocerlo, lo matarán. Es preferible que te contactes con alguno de los integrantes de APA o que lo dejes atado a un árbol fuera del predio. Mejor si le dejás agua cerca.
– No tires gatos dentro de la Protectora. Los perros los matarán.
– Lo más indicado es que te contactes vía face. Buscá Apa Chajarí.
– Si querés hacer donaciones, también comunicate a través de la página Apa Chajarí, ya que muchas veces se ha usado el nombre de la Protectora para estafar. Podés donar dinero, alimento, trapos, recipientes, cartones.
– Ten en cuenta que son personas voluntarias y no pueden atender tus exigencias urgentes. Vos también podés contribuir: si encontrás un animal en la calle, mientras les das aviso, podés retenerlo para que no siga deambulando y lo puedan encontrar fácilmente.
Y lo más importante, si vas a tener una mascota, SE RESPONSABLE. Castrála (están los programas gratuitos del Municipio), pedí ayuda antes de deshacerte de ella.