Por Claudia Cagigas
La administración de calcio como suplemento farmacológico, más los medicamentos antiresortivos, los fijadores del calcio (bifosfonatos), utilizados para la prevención y el tratamiento de enfermedades en los huesos durante muchos años, es un tema que preocupa a la comunidad científica por los efectos adversos graves que producen estos fijadores en los huesos maxilares.
El tema es abordado en congresos nacionales e internacionales de odontología, a los que concurre la odontóloga Analía Chesini, especialista en ortodoncia y dedicada a la rehabilitación integral del paciente con cirugía e implantes dentales. “La osteonecrosis de los maxilares es una patología desencadenada como efecto adverso, producida por la utilización de bifosfonatos en forma prolongada. Los bifosfonatos son medicamentos que se utilizan para tratar enfermedades en los huesos, tales como osteoporosis post menopáusicas, enfermedad de Paget, en pacientes con cáncer que hacen metástasis ósea, entre otros, con resultados muy beneficiosos. Pero también se ha observado que el uso prolongado de estos medicamentos, al inhibir la actividad osteoclástica también inhiben el recambio óseo y por ende hay una disminución en la cicatrización y reparación óseas. Estos efectos pueden ser lo suficientemente graves como para producir osteonecrosis en los maxilares, explicó Chesini.
“Al desencadenarse una osteonecrosis en los maxilares, aparecen zonas de hueso expuesto que pueden presentar infecciones sobreagregadas, con dolor; son pacientes que están devastados porque ese hueso es muy difícil de recuperar. El problema es que no deberíamos intervenir en el hueso haciendo una extracción dentaria o un implante dental, porque ese hueso no responde de la misma manera ya que pierde la función de remodelación permanente”, agregó la especialista.
El tema es realmente preocupante y es preciso concientizar para prevenir. “Dicen que aquellos pacientes a los que se les ha suministrado bifosfonato endovenoso el efecto les dura hasta 10 años. Entonces ahora se está proponiendo que si es necesario medicarlo con bifosfonatos, haga una consulta previa al odontólogo para tener la boca en condiciones y evitar que tengamos que efectuar posteriormente extracciones, implantes, etc., porque luego no podremos abordar el hueso”, indicó Analía Chesini.
Además existe un riesgo asociado también para los tratamientos de ortodoncia en adultos, ya que pacientes que están tratados o han sido tratados en el pasado con esta terapia, presentan inhibición del movimiento dentario o movimientos más lentos durante la ortodoncia.
En el mismo sentido, explicó que los bifosfonatos fueron utilizados durante quince años y recién en el 2002 o 2003 comenzaron a aparecer estos problemas de osteonecrosis avanzadas en los huesos maxilares. A partir de estos hallazgos, la comunidad médica está utilizando este grupo de medicamentos, los fijadores de calcio no hormonales (los bifosfonatos), con cuidada atención y supervisión
Finalmente, Analía Chesini aclaró que el problema no está en el calcio que consumimos naturalmente con los alimentos, sino en la medicación que se usa para evitar que el hueso se reabsorba.