Por Cecilia Capovilla
Comenzar a pensar que la belleza debe ser sinónimo de bienestar físico y emocional, que lo que se observa en tu piel, en tus manos, en tus uñas y en el cabello habla de lo que te está ocurriendo por dentro; y lo más importante, que es necesario cuidar, nutrir y prestar atención a lo que por fuera empieza a aparecer, es imprescindible para entender la belleza como salud. Desde esta perspectiva entrevistamos a Alejandrina Chichizola, quien dio una clase magistral de los cuidados esenciales que debemos tener y qué hacer diariamente para que nuestra piel no sufra el paso el tiempo, cómo y por qué nos debemos cuidar la piel del cuerpo en general.
Queremos que los cambios se den rápidos
“Es cierto”, dijo Alejandrina, “algunas personas se descubren una arruga y quieren que ya desaparezca, también hay quienes tienen una conducta ideal de cuidado y nutrición de la piel y quienes no hacían nada y de repente les entro el nerviosismo y quieren hacerse de todo y que los cambios se vean ya. El cuidado de la piel, no sólo del rostro sino de todo el cuerpo, implica establecer una conducta, un hábito. Cuando hablo de cuidado me estoy refiriendo a limpiarla e hidratarla como corresponde y protegerla del sol”.
En el mismo sentido, agregó enfáticamente: “A la cara hay que cuidarla por las arrugas y las manchas, pero al resto del cuerpo también. Nuestras manos son muy importante y no las cuidamos como debemos, lo mismo nos pasa con los labios, más ahora en invierno en que vemos bocas muy lastimadas”.
Cuestiones a considerar con el tema de la piel
“Lo primero es la cuestión genética, si venimos de una familia de pieles porosas por ejemplo, o pieles blancas que tienen más tendencias a tener arrugas, eso ya nos define un poco y nos marca un buen porcentaje de cómo vamos a tener nuestra piel cuando seamos más grandes. Pero lo cierto y que me interesa destacar”, aclaró Chichizola, “es el hábito de limpiar la piel este maquillada o no y esto lo podemos incorporar desde la adolescencia. Es importante limpiarla a la mañana y a la noche. Por la mañana para quitar la grasa que segrega la piel de noche y al finalizar el día también”.
Agregó además, los productos de belleza “vienen en diferentes texturas, que se eligen de acuerdo al tipo de piel. Si una persona tiene piel grasa tendrá que utilizar un gel, si su piel es normal tendrá que apelar a una leche o si no podemos usar la solución micelar –que tiene consistencia líquida y la pasamos con algodón-. Todas la marcas tienen una solución micelar y es muy importante porque nos limpia muchísimo, sin arrastrar la barrera natural de protección de la piel. Esto quiere decir que después de pasarla no nos va a quedar tirante la piel sino una sensación suave”.
Diagnosticar la piel
Por lo explicado debemos saber que todo parte de un buen asesoramiento. Para Alejandrina, “primero hay que indagar, hacer varias preguntas, desde ¿qué edad tenés?, hasta ¿a qué hora te bañas?, ¿cuántas veces te lavas la cara?, y ¿con qué? Así podemos diagnosticar el tipo de piel: seca, grasa o normal. De este modo también podemos evaluar hidratación versus deshidratación, o el nivel de grasitud, para saber qué producto recomendar”.
Para finalizar Alejandrina aconsejó: “Siempre es bueno informarse, ya sea con las cremas, con el maquillaje o fragancias, preguntar, probar y luego tomar la decisión de qué comprar. El asesoramiento es el pilar fundamental para tomar una buena decisión”.