La Reserva Biprovincial de Biodiversidad es compartida entre Chajarí y Mocoretá. Son unas 90 hectáreas pertenecientes a CTM, que fueron cedidas en comodato a ambos municipios. Están ubicadas en el límite entre Entre Ríos y Corrientes.
Por Claudia Cagigas
Chajarí cuenta con una Reserva de Biodiversidad que muy pocos conocen. Es una reserva que comparte con Mocoretá y que consiste en poco más de 90 hectáreas que la Comisión Ténica Mixta de Salto Grande (CTM) cedió hace varios años a ambas localidades, con el fin de ser aprovechadas y preservadas por ambos municipios. Hay quienes ven este espacio como un área inservible – bañados y pajonales inútiles-, sin embargo es el hábitat natural de cientos de especies animales y vegetales autóctonas. Sin ir más lejos, el intendente de Chajarí, Pedro Galimberti, declaró en el programa EL ESPEJO (Radio Show Chajarí) que si él hubiera sido intendente en 2004 cuando CTM cedió estas tierras, no las hubiera aceptado.
Librada a su buena o mala suerte, la Reserva Biprovincial de Biodiversidad hoy no tiene quien la cuide y, por tanto, es el lugar escogido por cazadores y depredadores para hacer lo que quieran. “Yo, como tantos lugareños, conozco la costa del Mocoretá, no solo la reserva. El cuidado que nos insumiría implica un montón de gente, al menos siete personas. Por eso queremos avanzar en otro tipo de acuerdo con gente de CTM o con otra entidad de la Provincia”, dijo Galimberti.
“También es cierto que tenemos prioridades que no coinciden con las de los defensores del ambiente. La Reserva está lejos, es un espacio difícil de controlar, se necesita un puesto del lado correntino y otro de nuestro lado. Esto se podría concretar desde la Provincia con un destacamento de Abigeato o un guardaparque -si un día convirtiera en parque nacional o provincial-. Pero siempre hay que poner planta. La pelea que tenemos es qué estamento del Estado la pone… Si yo hubiese sido intendente en el 2004 cuando se aceptaron esas hectáreas, no las acepto porque la municipalidad tiene otras cosas de que ocuparse”, subrayó.
La negativa fundamental del intendente de Chajarí pasa por lo económico. Además, agregó que esas hectáreas “no están en nuestro ejido” y que “Chajarí tiene problemas complicados como para hacerse cargo de problemas que le corresponde a otros. Eso es de CTM que le quedó por la expropiación”.
Asimismo, sostuvo que el convenio mediante el cual el Municipio aceptó dichas hectáreas “nunca fue ratificado por el Concejo Deliberante” y la remató diciendo: “En este país que es tan grande, que cada uno se empiece a hacerse cargo de lo que le corresponde. ¿De dónde van a salir los fondos para cuidar ese lugar? Del presupuesto de los chajarienses o de la Nación o la Provincia”.
A pesar de su desinterés por la reserva, Galimberti aseguró que conoce el lugar. “Lo conozco porque hasta hace dos o tres años andaba con el caballito y te puedo decir que en la provincia hay kilómetros y kilómetros de lugares similares”. Al recordarle que esos lugares similares de los que habla o no tan similares como la mal denominada Selva de Montiel están siendo avasalladas y con ellas las especies animales y vegetales, respondió: “La Selva de Montiel es linda, pero estos son pajonales”.
Lamentablemente el intendente de Chajarí olvida que nuestra reserva, que él define como pajonales, además tiene monte, agua, animales y plantas de las más variada diversidad. Olvida que es el refugio de cientos de aves que no están en otros lugares y, por ende, es mucho, mucho más que un pajonal… “Nosotros no estamos capacitados para manejar eso”, fue su respuesta a este planteo. Una lástima…