Una de sus capacidades terapéuticas es la de mejorar el funcionamiento del cuerpo y potencias otros tratamientos. Aún cuando es una muy eficiente herramienta terapéutica, siguen siendo un veneno que no mata al ser humano, a excepción del alérgico.
Por Dr. Julio César Díaz
Médico cirujano especialista en Apiterapia y Homeopatía.
Cel. Chajarí 3456 – 450328.
Aún cuando el veneno de abejas sea una muy eficiente herramienta terapéutica, siguen siendo un veneno, siempre teniendo en cuenta que es un veneno que no mata al ser humano, a excepción del alérgico. Una de las capacidades terapéuticas del veneno es la de mejorar el funcionamiento del cuerpo y potencias otros tratamientos. A excepción del Interferón y de los Corticoides, no tiene grandes contraindicaciones en su uso junto a medicamentos de línea. Debe ser observado atentamente cuando se usa junto a antiagregantes plaquetarios. El tratamiento con veneno de abejas puede cursar con molestias en la zona de aplicación, edemas, ardor, dolor, picazón, etc. Pueden aumentar en un primer momento los dolores articulares o de otro origen, incluso aparecer nuevos dolores, lo que solo indica que el organismo comenzó a ponerse en actividad. Suele haber temperatura en las zonas de aplicación (febrículas) generalizadas o intermitentes. También suele aparecer ligera sensación de picazón o calor en las extremidades, lo que no es alergia, pero debe ser observado.
Todo lo anterior y mucho más ha sido visto a lo largo de décadas de uso e investigación científico-clínica. Cabe agregar que en la literatura mundial no se registra ni un solo accidente mortal en tratamiento con veneno de abejas.
Sin se duda de usarlo, no lo use. SE le teme a lo que se ignora y no se puede actuar por lo que dice los ignorantes. Ante sus dudas infórmese, salga del círculo de ignorantes, en algunos casos con títulos universitarios.
Apitoxina
La Apitoxina o veneno de abejas no solo posee un poderoso efecto analgésico a nivel central, más otro analgésico local. También detiene procesos de autoinmunidad (artrosis, reuma, artritis, etc.) merced a su capacidad inmunoestimulante. Ello implica no sólo calidad de vida, sino también inversión en salud a futuro. El estímulo sobre hipófisis y glándulas suprarrenales, hace que el organismo mueva sus mecanismos de autorreparación y en muchos casos se logra reparar el cartílago y articulación gastados a más de mejorar la lubricación y movimiento.
Cuando no solo hay disminución del dolor y aumento de la calidad de vida, sino también la posibilidad de mejorar procesos crónicos, la elección es fácil.
Para una mejor, profunda y rápida acción, el tratamiento siempre debe complementarse con el Propóleos, que refuerza y facilita el efecto del veneno, a más de mejorar el funcionamiento todo del organismo y con la Uncaria Tormentosa (Uña de gato peruana) conocido antioxidante, que no sólo se usa en cáncer, sino en todo proceso de deterioro del organismo.
Si el caso lo amerita, se usará el veneno de abejas en crema, como analgésico local y relajantes que permitan manejar el remanente del dolor. Hoy se dispone de las cápsulas gastroresistentes de veneno de abejas, cuya potencia analgésica es casi similar a la de la morfina, pero sin las contraindicaciones de ésta.
Páginas de interés: www.seignalet.fr www.apiterapia.com.ar