Idealizar el amor puede hacernos caer en vínculos tóxicos sin darnos cuenta. La psicóloga y sexóloga Cecilia Paredes revela en “El Espejo” los mitos más peligrosos del amor romántico que arruinan nuestras relaciones.

Por Claudia Cagigas

¿Creés que el amor todo lo puede? ¿Que si te cela, te ama? ¿Que existe un “príncipe azul” esperándote para rescatarte? Cuidado: estos mitos no sólo deforman nuestras expectativas sobre las parejas, sino que también abren la puerta a relaciones de control, sufrimiento y violencia.

Así lo explicó la psicóloga y sexóloga Cecilia Paredes, quien fue entrevistada en el programa “El Espejo” (Canal 2 de ItelTv y Radio 91.9 de Chajarí). Allí desarmó los mitos del amor romántico que todavía hoy condicionan cómo amamos —y cómo sufrimos.

“El amor romántico nos vende ideas falsas: que necesitamos que otro nos complete, que el amor verdadero es eterno, que los celos son prueba de interés”, plantea Paredes. “Pero cada una de esas creencias puede llevarnos a tolerar vínculos dañinos, insanos o basados en el control”.

Entre los mitos más peligrosos que identifica en su práctica clínica, destacan:

• La media naranja: la creencia de que estamos incompletos sin otra persona. “No necesitamos que nadie nos complete. Somos personas completas de por sí”, remarcó.
• El príncipe azul: la ilusión de que un hombre ideal vendrá a rescatarnos o a darnos seguridad. Un modelo de relación que sostiene roles de dependencia y desigualdad.
• El amor para toda la vida: el mandato de que una pareja debe durar para siempre, aunque el vínculo ya no sea sano ni feliz. “Sostener relaciones por miedo, culpa o presión social puede ser más destructivo que separarse”, explicó.
• Los celos como prueba de amor. hoy, a través de las redes sociales y las apps de citas, los celos pueden escalar en forma de microinfidelidades. Mensajes, likes, emoticones o intercambios íntimos que muchas parejas no saben cómo manejar. “El problema no es la red social: el problema es no hablar de los acuerdos, de qué entendemos por fidelidad o exclusividad”, enfatiza Paredes.
• “Porque te quiero, te aporreo”. justificar golpes, maltratos o humillaciones en nombre del amor perpetúa círculos de violencia de los que es muy difícil salir sin ayuda. “La víctima se siente culpable, como si provocara la agresión. Romper con esas creencias lleva tiempo, apoyo y acompañamiento profesional”, señaló.

Para construir relaciones sanas, Paredes propuso derribar mitos, poner en palabras lo que esperamos del otro y, sobre todo, entender que el amor no duele ni hiere: libera.

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