No se quejan sólo porque el humo les molesta sino porque viven con un estrés orgánico y emocional que afecta toda su existencia. Se trata de las personas que habitan los numerosos barrios de la zona norte de Chajarí, cercanos al ex basural a cielo abierto.

Por Claudia Cagigas
Cuentan los vecinos que allí el fuego arde las 24 horas, los 365 días del año, consumiendo la madera que descartan los numerosos aserraderos de la zona y las ramas de las podas de la ciudad. María de los Ángeles Espinosa, Javier López y Sebastián Tavio habitan los barrios Procrear y Norte respectivamente. El sábado pasado, en el programa EL ESPEJO (Radio Show Chajarí), expusieron la dramática situación que viven, hartos de esperar soluciones. Hace un año se reunieron con el presidente municipal Pedro Galimberti, quien les prometió una solución urgente, la cual hasta el momento no llegó. No son los únicos afectados, porque de acuerdo a las condiciones climáticas y a la dirección del viento, el humo y el olor nauseabundo se expanden por los barrios Procrear, Norte, 72 Viviendas, Tropezón, Belén (ex El Infierno), Bicenteneario, Parque, Sacachispa, Santa Rosa y más lejos aún.

Pero no es el único problema que padecen. Por si fuera poco, los pilotines donde van a parar los desagues cloacales aportan lo suyo.
En la reunión sostenida con el intendente el 16 de junio de 2016, le presentaron una nota firmada por muchos ciudadanos que describe la situación y plantea soluciones. Extraemos algunos párrafos:
“En el predio del ex basural, ubicado en la culminación de calle Libertad, se queman a diario residuos provenientes de diversos lugares, pero en mayor medida de la actividad maderera. El humo y el olor provocados por la quema junto a otros residuos como cubiertas y plásticos, sumados a la cercanía de nuestras viviendas, dificultan llevar adelante nuestras actividades con normalidad.
En ese amplio predio se encuentran los pilotines, lugar donde desembocan los residuos cloacales de la ciudad. En horas de la mañana y al finalizar la tarde los pilotines emanan un olor muy desagradable, lo que teniendo en cuenta todos los sucesos que describimos antes, provoca que nos veamos imposibilitados de realizar con normalidad nuestra vida social. Recrearnos en el exterior, ventilación o simplemente descanso al aire libre.
Por la presente queremos expresar nuestra disconformidad total y repudio a todas aquellas personas u organizaciones que arrojando residuos y procediendo a la quema sobrepasan nuestros derechos y libertades como ciudadanos.
Motivados por este malestar realizamos investigaciones bibliográficas, por lo que podemos afirmar que las sustancias emanadas al ambiente son contaminantes y perjudiciales para la salud. Tenemos, entre otras, monóxido de carbono, dióxido de azufre, material particulado, metales pesados, dioxinas, entre otras. Las mismas provocas:
- Efectos inmediatos: ardor en los ojos, irritación en las vías respiratorias, exacerbación del asma, entre otros.
- Efectos a mediano y largo plazo: enfisema pulmonar, cáncer, alteraciones neuroconductuales, disrupción endócrina, entre otras.
Solicitamos que realice las gestiones correspondientes para evitar las emanaciones de humo provocados por la quema de residuos. Además pedimos que se nos informe sobre la situación en la que se encuentra el predio ex basural. ¿Bajo qué aprobación y autorización se depositan residuos?, ¿Hay personas que se encargan del ordenamiento de los residuos?, ¿Es una actividad permitida por el municipio o se trata de una actividad ilegal?
Por otro lado, solicitamos que se estudie y analice la posibilidad de quitar los pilotines de las cloacas del lugar actual o al menos que se lleven adelante procesos para erradicar los olores desapacibles que emanan y normalizar nuestras actividades diarias.
La Ley General de Ambiente 25675 sobre la cual se amparan las exigencias de nuestros derechos establece objetivos para la política ambiental nacional que se deben respetar…”

En la reunión con el intendente le plantearon también posibles soluciones para tratar los olores de los pilotines, pero se cansaron de esperar. “No estamos en contra de nadie, no queremos hacer política partidaria con esto, no queremos pegarle a nadie, solo queremos una solución”, sostuvieron en todo momento en EL ESPEJO.
“Nadie controla”, subrayó Javier López. “Entonces los aserraderos que llevan la madera van haciendo montañas enormes, de 10 metros de alto, al lado otra montaña y otra y otra más y empiezan a quemar… hicimos varias denuncias en Atención al Vecino, en Medio Ambiente, hablamos con el encargado y nos dijo que iba a llevar tiempo ordenar estas quemas. Ellos siguen insistiendo que son quemas programadas y que no afectan a nadie, lo cual no es cierto porque nos afectan a todos y mucho”, concluyó.

Por su parte, el encargado del ex basural, Luis Martins, en comunicación telefónica con el programa, planteó la visión de la situación desde el municipio y anticipó que en pocos días más se presentará un proyecto que pretende solucionar el tema de manera definitiva (ampliaremos).