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14 mayo, 2019

Reserva Biprovincial Mocoretá: tiene una biodiversidad mayor a la de varios parques nacionales

Según el último relevamiento presentado días atrás, en estas 184 hectáreas conviven 972 especies animales y vegetales. Una riqueza incalculable con flora y fauna que ya no existen en otros lugares del mundo.

Texto Claudia Cagigas – Fotografía Roberto “Beto” Marsilli

En un relevamiento realizado por la Mesa de Amigos de la Reserva Biprovincial y presentado días atrás, se constató la inmensa riqueza en biodiversidad que albergan las 184 hectáreas que comparten las provincias de Entre Río y Corrientes. Constituido por pajonales -un pulmón natural donde habitan cientos de especies animales-, bosques en galería, agua y una nutrida flora y fauna, estas hectáreas fueron cedidas en 2004 por CTM en comodato a los municipios de Chajarí y Mocoretá. No obstante, hasta el momento no logran el reconocimiento que merece.

La Mesa de Amigos de la Reserva está constituida por vecinos de Chajarí y Mocoretá, Bomberos Voluntarios, Prefectura, CTM, Ceydas Concordia (Centro de Estudios de Aves Silvestre) y el Club de Aves.

En el relevamiento recientemente presentado se constató que en la reserva hay 972 especies distintas. “Hablamos de especies y no de individuos de cada especie; esto indica la enorme biodiversidad del lugar”, dijo Roberto “Beto” Marsilli, uno de los integrantes de la Mesa de Amigos, en el programa El Espejo (Radio Show Chajarí).

Hay “235 especies de aves, 14 de mamíferos, 18 de anfibios, 20 especies de reptiles, 45 de peces, 15 de crustáceos, 220 de insectos, 12 de arácnidos y 20 de moluscos”. En cuanto a flora se refiere, “hay 352 especies de plantas vasculares y 20 de plantas avasculares”, comentó.

Estas 972 especies distintas de vida en la reserva es más que la que hay en muchos parques nacionales. “Sin ir más lejos, tenemos biodiversidad más importante que en Los Esteros del Iberá. Tenemos humedales (los pajonales) que generan oxígeno. A nivel mundial los humedales están siendo protegidos y en la mayoría de los casos declarados sitios RAMSAR por la importancia que tienen en la vida. Los pajonales generan vida. Decir que un pajonal solo es pajonal es como decir que en el Palmar solo hay palmeras, que un glaciar es sólo agua congelada o que las cataratas son solo agua cayendo. Si vamos a tener una mirada torpe nunca vamos a defender nuestro medio ambiente”, dijo Marsilli.

En nuestra reserva hay especies que están en peligro de extinción global, como el conocido Corbatita o Capuchino de pecho blanco. Sin embargo, acá la tenemos. “Si observadores de aves del mundo lo supieran, vendrían a tomar fotografías y atraeríamos a un turismo que no impacta negativamente y que pone en marcha un circuito económico importante. Vas a cualquier país del mundo con potencial para observación de aves y el circo está armando alrededor del ecoturismo porque es el que más creció en estos últimos años. Argentina, incluso, recibió 12 millones de personas para ecoturismo el año pasado. Se mueven fortunas. Acá podemos hacer paseos en lancha, avistajes, para eso necesitamos timoneles, gente que alquile kayaks, guías que cobrarían por su trabajo …”.

“Acá tenemos una autovía asfaltada que te deja casi al lado, un camino de acceso espectacular que no hay que modificar ni hacer nada. Hay que empezar a trabajar en algo coherente y empezar a disfrutar de ese espacio. No es necesario cobrar una entrada porque el movimiento que genera, impacta positivamente en la ciudad. Lo que hace falta es que formalmente se la declare Reserva; un marco regulatorio y que tanto los municipios (Chajarí y Mocoretá), las provincias (Entre Ríos y Corrientes), Nación o CTM aporten los fondos para pagar a las personas que se requieren para cuidar el lugar”.

Finalmente, Beto Marsilli sintetizó: “Creo que Salto Grande debería hacerse cargo del presupuesto para la contratación de las personas, del plan de manejo, de la regulación. Tenemos ocho especies endémicas que no hay en otro lugar del mundo y hay que defenderlas. Entonces tendríamos que empezar a armar un plan de manejo de la reserva para defender estas especies endémicas y mantener a raya las exóticas, como los paraísos, que crecen muy rápido, se desparraman muy rápido, tapan el sol e impiden la proliferación de otras especies. Entonces eso tendría que ponerlo Salto Grande y luego sí pasarlo a los municipios”, concluyó.

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