Aceptaron dedicar su vida a una pequeña con varias discapacidades que había sido dejada por su madre en una residencia de Concordia. La adoptaron, la convirtieron en su hija y conformaron una familia con un formato diferente al tradicional, donde el amor desborda. Una historia para reflexionar…
Por Claudia Cagigas
Jaime Díaz y Osvaldo Gómez son pareja, son docentes rurales y hace un año y medio conformaron una familia donde incluyeron a María Ester Elena; una pequeña con discapacidad (Síndrome Alcohólico Fetal) que estaba albergada en una Residencia de Concordia a la espera de una familia que la integre. Osvaldo tiene 56 años, ya es padre y abuelo; Jaime tiene 36 y acaba de estrenar paternidad.
Jaime y Osvaldo siempre estuvieron conectados con Defensoría y con el COPNAF para defender los derechos de los niños y tuvieron una importante militancia en esta lucha, desde su rol docente. Jaime es director de la Escuela 21 “Belisario Roldán” de Colonia Santa María y Osvaldo se desempeña en la Escuela 39 “Santos Vega” de Santa Juana, además de ser Coordinador Pedagógico de ESI (Educación Sexual Integral) Departamental Federación.
Por esta conexión con la defensa de los niños y por el deseo de constituir una familia sumando un hijo/a, un día se inscribieron en el Registro Único de Adoptantes de Entre Ríos (RUAER) sin pensar en la posibilidad de un pequeño/a con discapacidad. Pero las historias se van armando de manera impensada y el camino va ofreciendo distintas posibilidades y así fue como María, una pequeñita que ya había sido rechazada un par de veces por otros posibles adoptantes, encontró en ellos todo el amor que se pueda desear.
María implicó un desafío importante para estos papás. Cuando llegó a su vida no caminaba, no tenía tonicidad en el torso, tenía muy bajo peso, se alimentaba por sonda nasogástrica y tenía hipersensibilidad auditiva.
La conocieron un día de lluvia, en una casa que una amiga les prestó en Concordia. Allí, el personal involucrado en la adopción les llevó a la pequeña, para comenzar con la vinculación. Pero al ver el impacto del encuentro y la forma en que María se conectó con estos papás, los tiempos se acortaron y tres días más tarde les permitieron traerla definitivamente a su casa en Colonia Santa Juana. De todas maneras, el seguimiento y el proceso de adopción siguió su curso normal y hoy ya tienen la adopción plena con un DNI donde consta su nombre original y el apellido de ambos: María Ester Elena Díaz Gómez.
Antes de conocer a María, el equipo técnico les había pedido que se tomen un mes para pensar seriamente el paso que iban a dar, porque no había posibilidad de vuelta atrás. La pequeña había sido rechazada un par de veces y de ninguna manera querían exponerla otra vez.
Pero la decisión estaba tomada y luego de un mes se hizo la vinculación. Entonces, María, que no aceptaba que la toquen o que la abracen, conectó de inmediato con su papá Jaime y con su papá Osvaldo de una manera inusitada… el equipo interdisciplinario lo vio todo… luego de tres días, las 12 personas que intervenían en el proceso de adopción, comunicaron que habían decidido de manera unánime que podían llevarse a la pequeña.
En la nota realizada el sábado 28 de noviembre de 2020 en el programa EL ESPEJO (Radio Show), Osvaldo habló, se conmovió, mientras María jugaba tranquilamente en la falda de Jaime… El amor inundó el estudio… Y Osvaldo, como pudo, sacó su voz tomada por la emoción y dijo:
“Creo que el mayor acto de amor que pudo hacer la mamá biológica de María fue dejarla en la Residencia, porque si la tenía un par de días más, se moría. En la Residencia la bañaron, la cambiaron y luego fue internada en terapia intensiva por tres meses porque estaba desnutrida… Cuando María estaba internada, a veces su mamá iba a verla alcoholizada y seguridad tenía que sacarla. Es muy triste, pero yo no soy quien para juzgar porque hay que ver en qué condiciones estaba esa mamá… Nosotros sabemos todo y en la sentencia dice que cuando ella tenga edad de comprender, tenemos que contarle su historia. Su historia le pertenece y la va a conocer. Tiene cinco hermanos vivos y después de ella nació un hermanito que se murió. Todavía no he juntado el valor para leer el expediente completo porque es muy fuerte, quizás algún día pueda hacerlo”.
Ambos padres militan por la adopción y la discapacidad. “Ese es nuestro fin… Hay muchas maternidades, hay que abrir cabezas y a veces necesitamos el estímulo del otro. En nuestro caso, si no hubiéramos tenido el empujón de la Dra. Silvia Giorzho, quizás no hubiéramos tomado esta decisión”.
Por otra parte, comentaron que existen una página de Facebook denominada “Familias Entre Ríos Juntas por Adopción”. Es un grupo conformado por personas con intención de adoptar y por personas que ya lo han hecho, para compartir sus inquietudes, evacuar dudas, intercambiar experiencias, encontrar apoyo y contención.
“Queremos decir a la gente que se anime a adoptar ya que hoy las posibilidades son muchas. Pueden hacerlo personas solas, dos hermanos, una pareja del mismo sexo, una familia heterosexual… Hay diferentes familias. Y edad tampoco es un limitante. El RUAER tiene mucha contención y calidad humana”, agregaron.
Hoy muchos niños como María esperan en Residencias… La mayoría son chicos más grandes (no bebés), chicos con discapacidad y grupos de hermanos. Claro que, si uno se cierra en adoptar un bebé o un niño muy pequeñito, las posibilidades son limitadas. Pero si la mirada se amplía, las chaces también.