Por Cecilia Capovilla
Un camino de a dos
“En casa la mesa de la cocina es mitad mesa de taller y mitad mesa para comer, y no es por falta de espacio, sino por una cuestión de hábito, me acostumbré a trabajar en la mesa de la cocina”, describió Silvia Lissa, refiriéndose a las cotidianidades de quienes dedican su vida al arte.
Silvia Lissa y Tacho Zucco son dos artistas de Chajarí con amplia trayectoria y reconocidos a nivel nacional. “Con Tacho estamos juntos desde los 16 años, edad en la que nos pusimos de novio. Luego nos casamos, yo tenía 19 y él 22”, contó Silvia. “Perdimos un montón de cosas de la juventud al tomar esa decisión y ganamos otras. Por ejemplo tenía amigos que se fueron a estudiar, y yo me tuve que quedar. Pero hoy vemos el resultado del sacrificio, una familia organizada y establecida, estamos cosechando los sacrificios que tuvimos que hacer en ese momento”, dijo Tacho, mientras Silvia, muy convencida agregó: “por algo se dan las cosas, después todo termina cerrando, todo es un círculo”.
Decidirse y comenzar
“Arranqué con el tema artístico en el año 2000, antes me había dedicado a mis hijos y a la escuela, porque no me daban los tiempos. En ese año, viajamos a Resistencia y empezamos a tener contacto con otros artistas”, recordó Silvia. “A mí me paso lo mismo”, dijo Tacho: “me definí cuando empezamos a viajar a Resistencia, ahí dije me pongo las botas y empiezo a hacer esto en serio”.
Tacho continuo contando, “En Semana Santa de ese año viajamos, a Resistencia invitados por una prima, Carolina Salvay que nos presentó a Humberto Gómez Lollo, que es un escultor reconocido en esa ciudad y se convirtió en mi maestro. Ahí dije: de acá en adelante me pongo las pilas y me dedico a esto”. En el caso de Silvia, Humberto le presentó a Beatriz Moreiro, una de las mejores grabadoras de Argentina, y si bien ella no tenía alumnos, desde el principio ofreció enseñarle y así se enganchó con el grabado –también estaba haciendo un post grado en Concordia-.
Los grabados de Silvia
“Había dicho que nunca iba a hacer grabados, porque pensaba que la obra de arte tenía que ser exclusiva y cuando empecé en Concordia me enamoré, porque el grabado es así: te enamoras o lo odias” por lo engorroso que es.
Nuevo Proyecto de Tacho
“Todavía no tengo un nombre para este proyecto, la idea es ocupar los materiales inorgánicos de los desechos de la Planta de Tratamiento de Residuos de nuestra ciudad y hacer obras con el plástico, el vidrio y el metal”, dijo Tacho al ser consultado por el proyecto Arte de la Basura. “La idea inicial era hacer tres obras para ser puestas en la planta, porque es un lugar muy visitado. La obra con el plástico de las botellas descartables ya la hice: es una esfera y le saque una tajada. Con vidrio tengo dos o tres proyectos y con metal se puede hacer muchísimo”.
Así, Tacho y Silvia se reflejaron en El Espejo contando sus historias de vida unidas al arte.