Nacieron en Buenos Aires con los curas villeros. Atienden a un sector de la población muy vulnerable, no cobran cuota y perciben una gran mano del Estado.
Por Claudia Cagigas
“Una escuela de gestión social nace como escuela privada, está en zona socioeconómica muy vulnerable y atiende a un sector muy vulnerable de la población. El nacimiento de estas escuelas es en Buenos Aires con los curas villeros”, explicó Walter Galarza, director de Educación de Gestión Privada de Entre Ríos, en el programa EL ESPEJO (Radio Show Chajarí). Hoy, en la provincia siete escuelas funcionan bajo la modalidad de escuelas de gestión social y hay algunas incipientes conversaciones para una posible incorporación de la Escuela San Antonio de Chajarí.
Una escuela de gestión social nace como una escuela privada porque pertenece a una comunidad religiosa, a un club, a una cooperativa o a cualquier otro tipo de institución ajena al Estado. Son escuelas que no cobran cuota ni tienen ningún tipo de discriminación a la hora de permitir el acceso de estudiantes, sea por credo religioso o lo que fuere. “Aquí el padre Max fue quien inició estas cuestiones. En el barrio Salto no había presencia del Estado con escuela y él creó la escuela San Martín o creó la escuela San Antonio. Hoy a estas escuelas las tenemos bajo la figura de públicas de gestión privada pero bien podrían convertirse en sociales”, manifestó Galarza.
En Entre Ríos las escuelas de gestión social nacieron en 2014, con una nueva que se creó en Paraná, Pablo de Tarzo, propiedad de una Fundación a cuyo frente está un cura. “Este cura impulsó en el Consejo General de Educación (CGE) la creación de esta figura de gestión social, que estaba previsto en la Ley Nacional de Educación, estaba un principio de regulación a nivel nacional y Entre Ríos tomó la posta. Entonces, el equipo técnico de la Dirección de Educación Privada hizo todo un estudio de la normativa vigente y de las experiencias previas que había en Mendoza, Buenos Aires y a partir de ahí tuvimos esta primera escuela de gestión social en Entre Ríos”, indicó Walter Galarza.
Analizando el ámbito local, el directivo señaló dos escuelas que bien podrían incluirse dentro de esta categoría: San Martín (Barrio Salto) y San Antonio. “Tal vez deberíamos mirar a estas dos instituciones como posibles escuelas de gestión social, pero ellos deberían aceptar el cambio porque nosotros no se lo vamos a imponer”, dijo.
¿Qué ventajas tendrían? “La diferencia está en que la presencia del Estado es diferente. Por un lado nosotros, como Dirección de Educación de Gestión Privada, tendríamos que tramitar para que sean incluidas como escuelas estatales en los distintos planes que hay, porque sino seguirían dentro de la figura de privadas. Porque más allá que estas escuelas hoy tienen el ciento por ciento del aporte del Estado, el ciento por ciento no es del gasto total y, por ejemplo, tienen que hacer beneficios para pagar la ART y seguro de vida de los docentes. De aceptar la conversión, el Estado como primera medida reconoce este gasto”, manifestó Galarza.
¿Qué implica que el Estado tiene mayor presencia? ¿Se inmiscuye más en el manejo de la escuela? “No. La escuela sigue teniendo la misma potestad de manejo. La mayor presencia es que nosotros gestionamos esto ante el Estado Nacional y el Provincial; pagamos seguro de vida y ART para los docentes y aseguramos la creación de nuevas divisiones si el crecimiento vegetativo así lo indica. Hoy por hoy cualquier escuela puede crear nuevas divisiones, pero por más humilde que sea la escuela, el Estado no está obligado a darle el aporte económico de inmediato y por ahí pasa más de un año hasta que esto suceda”, explicó.
Así las cosas, parecería que la conversión solo trae beneficios. ¿Por qué entonces no hay un aluvión de pedidos? “Esto es algo que están haciendo desde las bases. Hasta este momento el CGE había tenido está primera escuela que se inició en 2014. Ahora las escuelas se van enterando porque las resoluciones son públicas y los directivos se van comunicando con nosotros para pedir el cambio. El año pasado se sumaron cuatro escuelas de Concordia y dos de Concepción del Uruguay. Todas cumplen con los requisitos. Nuestro objetivo es llegar a las 20, porque son 20 las que consideramos que estarían en condiciones. Internamente les cambia el sistema de administración pero no es nada muy complejo; ahora estamos pensando en cómo ayudar para que no tengan que salir a pagar un contador porque sino le damos una mano por un lado y le creamos un gasto por otro”, comentó Galarza.
¿Tienen algún pedido concreto de alguna escuela de Chajarí? “Sí y no. Hay un tema que todavía tiene que definir la Escuela San Antonio. Creo que el apoderado legal y el Obispado, que es el propietario, estaban con más recaudos, pero son cuestiones internas que no conozco bien. Sí los invité a una reunión para comenzar a charlar del tema e interioricé sobre el sistema de administración. También le dimos la resolución que enmarca estas escuelas para que vayan viendo de qué se trata”, concluyó el director de Educación de Gestión Privada de Entre Ríos.