Por Cecilia Capovilla
¿Cómo entendemos las efemérides, cómo las recordamos y qué recordamos de ellas? ¿Por qué aún hoy las seguimos celebrando en la escuela? ¿Qué hemos aprendido de ellas?
Daniela Zanandrea, profesora de Historia de Chajarí, comentó que en el Instituto de Formación Docente local hay un espacio de investigación educativa, donde se investigan las prácticas educativas. A partir de las investigaciones que se encaran, han descubierto tres cuestiones básicas en relación a las efemérides: la necesidad de un ritual, la imposibilidad de profundizar en contenidos que tienen los alumnos terciarios o universitarios y la infantilización de los dibujos a la hora de ilustrar las fechas patrias.
La necesidad del ritual
En las fechas patrias existe la necesidad del ritual. “Ante la efeméride nadie jamás se niega a preparar el acto, bien, mal, con preparación o rápido, el ritual, el acto, sale”, explicó.
Imposibilidad de profundizar en la historia
“La segunda cuestión, la más preocupante, es el aprendizaje. Cuando los chicos ingresan a la universidad o al nivel terciario, preguntamos: ¿Qué saben sobre efemérides?, ¿Qué recuerdan?, ¿Cuáles son las principales? A estas preguntas las contestan muy bien, pero cuando vamos profundizando, por ejemplo ¿qué relación tiene el 25 de Mayo con el 9 de Julio o con la Bandera?, muchas veces no pueden responder con fluidez. Entonces ante esto me pregunto: ¿Si las celebraciones se hacen desde el jardín, cómo puede ser que lleguen al nivel terciario o universitario sin poder profundizar sobre las diferentes fechas o sobre los próceres?”, apuntó Daniela Zanandrea.
Ante esta realidad es necesario preguntarse ¿qué pasa con el aprendizaje en todo el proceso educativo?
La infantilización de la ilustración
La tercera cuestión que se advierte en este trabajo de investigación es la infantilización de las ilustraciones. “Cuando les pedimos que dibujen algo que les recuerde como celebraban en su escuela primaria, los adultos hacen dibujos muy infantiles sobre la Bandera, el Escudo, el Cabildo o la Casa de Tucumán. Esto tiene que ver con que no hay madurez de contenidos. Siempre aparecen los dibujos de primaria, los dibujos de Billiken los tenemos grabado a fuego”.
Finalmente, Zanandrea sostuvo: “Todo el sistema educativo fue preparado para nacionalizar, para crear argentinos, para forjar el ser nacional. La idea de la unidad de la Generación del 80, que llevó adelante Sarmiento, tuvo como eje central a la escuela. Esta tenía que argentinizar y en este sentido la efeméride fue el eje y se mantiene hasta hoy”, sentenció.
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