Por Marisa Dominguez

Así lo describen los rostros y comentarios de experiencias vividas por Alexis Sosa (Ingeniero en Alimentos) y Mariana Jiménez Veuthey (Ingeniera en Alimentos), quienes visitaron el pasado sábado 1 de octubre al programa El Espejo.

En una nutrida charla radial, que si bien en su principio estuvo enfocada en la implementación de agroquímicos y pesticidas dentro del sistema agrícola y en conocer de qué manera esto luego repercute en el consumidor final; los jóvenes profesionales compartieron su experiencia vivida durante todo el pasado año en España.

Allí fue enviado Alexis, quien trabaja para el INTA Concordia y fue becado para ser parte de una investigación relacionada con la materia. Lo siguió su compañera de vida, Mariana, quien aprovechó la oportunidad para realizar una maestría en Biotecnología Industrial y Agroalimentaria.

“Viajar nos cambió desde la forma de pensar, hasta la forma de vivir, ya que si bien fue un año que se nos pasó muy rápido y quedamos con ganas de más, nos enriquecimos muchísimo”, expusieron los jóvenes profesionales.

Como persona becada para realizar una investigación, Alexis no presentaba problemas para conseguir la visa de ingreso que le permitiría permanecer un año en la bella España. Sin embargo, el escenario era otro para Mariana, quien debió recurrir a su sangre española para conseguir su permanencia. “Mi papá vino en el año 60´ de España a la Argentina y se fue a vivir al Chaco. A raíz del interés de este viaje surgió la necesidad de hacerme la ciudadanía, que salió rápido porque en tres meses ya la tenía, ya que mi padre es español”, explicó la entrevistada.

El destacado poeta Pablo Neruda dijo alguna vez que “morir lentamente es también una forma de morir y muere lentamente quien -por ejemplo-, no viaja”.  Desde luego esto no le sucederá a estos dos jóvenes ingenieros que describen su viaje con entusiasmo y cuentan que más allá de sus obligaciones, los fines de semana los aprovechaban para viajar. “Creo que no dormíamos más de seis horas por día pero queríamos aprovecharlo todo, porque que al estar en un lugar diferente uno trata de aprovechar al máximo las cosas”, indicó Alexis.

Mariana recordó que por esa razón “generalmente entrábamos a una página de vuelos baratos que puede ser www.easyjet.com o www.iberia.com y mirábamos qué vuelos económicos teníamos para planificar qué ciudad iríamos a conocer”. Dichos vuelos rondaban “los 25 o 30 euros, o sea unos 500 pesos argentinos y dentro de ese precio podías recorrer cualquier parte”.

Lo propio “hacíamos con los alojamientos. Existen páginas como www.couchsurfing.com donde se coloca la fecha y el lugar donde se desea ir y te salen los distintos alojamientos donde uno se puede hospedar por un precio muy accesible. También existe otra página www.airbnb.com.ar, en la que te inscribís y  ponés el destino que deseas visitar. Allí te ofrecen otros usuarios inscriptos que tiene hospedaje en ese lugar y que te reciben de forma gratuita con el compromiso de que luego ofrezcas tu casa; una especie de intercambio digamos”, explicó la joven.

Tanto Alexis, como Mariana coincidieron en remarcar que en España no se nota una diferencia muy acentuada con los argentinos ni en la estética ni en la forma de vida, sobre todo al sur del país; pero destacaron que más al norte las cosas comienzan a cambiar ya que son más cerrados.

Con respecto a la forma de comunicación, los jóvenes escogían al inglés como idioma neutral por excelencia; mientras que en España podían hablar español y comprender el catalán. Sin embargo, a la hora de marcar las diferencias gastronómicas Alexis exclamó “que es muy buena su cocina, si bien no comimos asado en todo el año y de hecho cuando nos hicimos análisis de sangre teníamos los niveles de hierro por el piso; comíamos mucho los pescados de mar ya que teniendo el Mediterráneo había que aprovecharlo. Pero además tienen elementos como el aceite de oliva o el jamón crudo que son exquisitos”.

Para concluir con el relato de su enriquecedor viaje, el ingeniero comentó sus impactantes vivencias en Ámsterdam, ya que “se ven muchas cosas que están perfectamente aceptadas y legalizadas como la prostitución y las drogas; cosas que chocan porque para uno eso no es del todo normal. Las veías en todas partes, porque si bien había sitios para fumar libremente mariguana orgánica (los coffee shops), también te la ofrecían en un semáforo por la noche. Eso hasta hongos alucinógenos y la gran zona roja, donde vos caminas por una calle y en ambos lados de la vereda tenés mujeres expuestas en vidrieras, casi desnudas”.

Alexis y Mariana continúan en la actualidad trabajando y perfeccionándose en sus áreas relacionadas con los procesos de aprendizajes vividos en España el pasado año.  Finalmente, se despidieron de El Espejo dejando la certeza de que: “Viajar es la mejor inversión a largo plazo”.