Por Cecilia Capovilla
En relación a los fenómenos paranormales de los que nos venimos ocupando, El Espejo entrevistó al Padre Jorge Charreun para que nos brinde su opinión sobre personas aparecidas, ruidos que se escuchan y hechos que suceden y que no tienen explicación aparente. “Nosotros decimos que cuando uno muere, muere para siempre en estas tierras, nosotros creemos en la resurrección junto a Dios en el cielo, pero hay personas que tienen visiones de las almas del purgatorio y muchas veces dicen de que hay almas que están pidiendo oraciones para ser liberadas. Pero no tengo una respuesta si esto se puede o no dar, teológicamente no hay una respuesta certera”, explicó el Padre Jorge.
“De diez personas que se acercan a la Parroquia ocho van por temas relacionados a las brujerías y a las perturbaciones que esto genera en la vida. Pero como sacerdote tengo que saber discernir, escuchar a las personas, intentar discernir si está sugestionada y determinar si tenemos que hacer oración de liberación o mandarla a un psicólogo”, dijo.
En Chajarí hay mucha brujería y todas estas acciones perturban mucho. “Hoy en día se buscan soluciones fáciles y aparecen estas cuestiones a la orden del día: brujerías para atraer a la persona amada, para tener más fortuna, porque al no ser pacientes, al no poder esperar, necesitamos respuestas urgentes y acudimos a este tipo de soluciones fáciles. Por eso existen estos curanderos, brujos o en algunos casos hasta se realizan rituales umbandas. Desgraciadamente en nuestra comunidad se acude mucho a este tipo de rituales. Todo esto es muy peligroso, la gente lo toma muy a la ligera, pero después acude atemorizada para hacer oraciones de liberación o para despojarse de las ataduras que genera el mal”.
Hay que se conscientes, dijo el Padre Jorge, que “en definitiva, cuando se hacen este tipo de cosas como jugar al juego de la copa o la Ouija, lo que se está haciendo es abrir las puertas al demonio y que las hay las hay… el diablo existe, el mal existe, la envidia existe, hay muchas personas que al no estar bien con ellas mismas, tampoco pueden ver bien a los demás y desean el mal a otros y muchas veces acuden a estas cosas para cometer su maldad. Se gasta fortuna para destruir al otro”.
Para culminar, el sacerdote subrayó que una de las soluciones es estar protegido y cuidado por Dios.
“Nosotros siempre insistimos: cuando uno se levanta y se acuesta hay que pedir liberación y protección. Que el Señor nos proteja de todo el mal que puede haber; mientras más protección pidamos para nosotros, para nuestras familias, seres queridos y nuestros bienes materiales, menos posibilidades tendrán de hacernos mal. La oración es fundamental para estos casos”, concluyó el sacerdote
Esta entrevista fue realizada el 18 de julio de 2015, en el programa EL ESPEJO, Radio Show Chajarí.