Sin pelos en la lengua, en el programa EL ESPEJO (Radio Show Chajarí) el sacerdote cargó duramente contra las “ayudas gubernamentales”, los “subsidios” que brindan los diferentes gobiernos de turno en formato de dádiva. Consideró que éstas no dignifican a las personas y no son sanas porque sumergen en la “pasividad” e impiden el desarrollo de otras capacidades.
Por Claudia Cagigas
“Hay una ideología de la dádiva entre nosotros”, dijo el Padre Hugo Grimaux, al ser entrevistado en el programa EL ESPEJO sobre distintos aspectos del SER en la actualidad. Acostumbrado a no disimular sus ideas y expresarlas claramente, el sacerdote argumentó sus dichos de la siguiente manera: “La ideología de la dádiva consiste en que si estoy en una situación de necesidad, cualquiera que sea, siento que me tienen que ayudar. Esto, muchas veces, se convierte en una pasividad de parte del necesitado y es lo peor que le puede pasar, porque no se siente capaz de resolver su situación ni de tomar la iniciativa para salir adelante. En este país, donde tenemos un 40 y pico por ciento de pobres y donde tanta gente está necesitada de ayuda, de subsidios y demás, terminamos en este juego perverso porque cambia el modo de relacionarse las personas”.
Juego perverso que crea dependencias e inhibe la libertad
“Toda relación humana tiene que ser dignificante, si esto no ocurre, deja de ser sana. Fíjense que para muchos es bueno que haya todos estos pobres para poder hacer algo por ellos; pero ellos se quedan pasivamente en su pobreza y exigen la respuesta. Entonces crean las dependencias que no le permiten desarrollar otras capacidades. Esto es parte de todo el planteo que nos tenemos que hacer, sé que es muy complejo, muy denso, pero creo que es parte de una ideología y de una política en el sentido más amplio de la política: la relación del pueblo con sus autoridades. Este tipo de relación no nos está permitiendo una salida mucho más sana que rompería las dependencias”.
La ruptura de esas “dependencias” de las que habla Grimaux, traería consigo mayor libertad. Pero también permitiría el desarrollo de las personas y sus capacidades. Si esto ocurrieses “enriqueceríamos la sociedad y, por el otro lado, evitaríamos la corrupción porque esto trae corrupción”. ¿Por qué la ideología de la dádiva trae corrupción? “Porque sé que si yo le doy, el otro me va a responder de la misma manera y perpetuamos este juego perverso en el cual nos empobrecemos material y humanamente. Y los pueblos que se empobrecen humanamente son los que están destinados al fracaso”, concluyó el sacerdote.