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15 marzo, 2021

Aguas servidas en el arroyo Chajarí: la explicación del secretario de Obras Públicas

En una nota de “El Espejo” (Radio Show Chajarí) reflejábamos la preocupación de vecinos del Barrio Salto sobre la presencia de un caño de desagües cloacales volcando aguas servidas directamente en el Arroyo Chajarí. Sobre este tema tan delicado, entrevistamos al secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Ingeniero Luis Bognanno.

LUIS BOGNANNO. SECRETARIO DE OBRAS PÚBLICAS DE LA MUNICIPALIDAD DE CHAJARI.

Por Atilio Amerio

– ¿Por qué el municipio tira desechos cloacales en los arroyos?

– Luis Bognanno: “Tenemos en Chajarí muchas unidades de bombeo, alrededor de quince. Las características del terreno (declives, lomadas), las hace indispensables. Para que se entienda mejor: entre el Arroyo Chajarí y el Arroyo Yacaré hay una elevación de casi diez metros, a la altura de la avenida 9 de Julio está la divisoria de aguas. Es imposible pasar un caño por ahí, no se puede sortear el desnivel por el sólo efecto de la gravedad. Es necesario bombear el agua con un sistema electromecánico”.

“El sistema se controla diariamente. Cuando estas máquinas dejan de funcionar o se rompen, dejan de bombear el agua al caño de la cloaca que está más arriba, entonces tiene que volcar sí o sí los residuos al arroyo. No hay otra forma. Son cosas inevitables. No conozco si existe una solución superadora. Lo ideal sería no tener bombas, pero el sistema ya está construido así”.

“Esto es puntual, no sucede siempre. Pero hay ciertas viviendas que tiran sus residuos al arroyo de manera permanente. Cada vez que nosotros detectamos este problema, vamos y lo solucionamos”.

ARROYO CHAJARI. Tapados por la vegetación, ser observan caños municipales con desechos cloacales que desaguan aquí.

– ¿Qué rol juegan las lagunas de decantación? ¿Cuál es su situación?

– LB: “Se ha realizado un gran trabajo de limpieza del lecho de las lagunas de decantación, que estaban prácticamente colapsadas. Para que se den una idea: las lagunas tienen cuatro metros de profundidad, de los cuales tres eran barro…Después de realizar un tratamiento químico, el material sólido decantó. Con maquinaria pesada removimos el lecho, que es de un material inerte (tierra), y lo utilizamos para rellenar los terrenos aledaños.”

Recuperamos el cien por cien del funcionamiento de la laguna. Hoy va a volver a limpiar todos los residuos cloacales de manera eficiente. Y esto va a permitir que no se vuelquen más desechos cloacales en los arroyos.”

Lo esencial, lo invisible.

La ciudad de Chajarí creció mucho en los últimos años. Lo sabemos, lo notamos. Pero la infraestructura, los servicios, no lo han hecho con la misma intensidad que, por ejemplo, la construcción de viviendas y el aumento poblacional. La demanda es alta, la oferta es casi la misma. La realidad del sistema de cloacas de la ciudad lo demuestra en su vulnerabilidad y en el alto nivel de impacto medio ambiental. Por desperfectos eléctricos o mecánicos (que pueden ser frecuentes), el bombeo de los residuos cloacales sale de servicio y esos líquidos terminan en los arroyos. Hablamos de miles de litros (o kilos) de desechos de todo tipo.

No obstante, las responsabilidades son compartidas entre el municipio y los vecinos, aunque no en partes iguales. Entendemos que las soluciones de fondo deben darlas los dirigentes, aquellos en quienes los ciudadanos depositaron su confianza. La realidad muestra que después de varios gobiernos municipales de diferente signo político, se han realizado obras (asfalto, viviendas, planta de tratamiento de residuos sólidos), es innegable; pero falta mucho todavía. Falta lo que no se ve.

Tenemos una gran deuda con la naturaleza que nos rodea, fundamentalmente con nuestros cursos de agua: los arroyos Chajarí, Yacaré y otros, de los cuales abusamos sistemáticamente. Debería ser hora de parar la pelota y accionar antes de que se conviertan en la versión chajariense del Riachuelo porteño.

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